La poesía de Patricia Arredondo es envolvente, pasa por varios procesos emocionales: dolor, enojo, temor e incluso humor. Asimismo, los versos nos atrapan a nivel sensorial. Vemos a nuestra abuela envuelta en una sábana mientras olemos la grasa de la comida y escuchamos a los niños jugar en la calle. Recuerdos que no son nuestros, pero que el poemario nos permite apropiarnos. "Con una precisión hiriente y luminosa, Cancerófoba traza una herencia familiar doble: de enfermedad y muerte, pero también de sabiduría y resiliencia femeninas. La poesía de Patricia Arredondo esconde muchos sentidos, no todos evidentes; algunos se van abriendo paso de forma subrepticia, como un presentimiento, y se quedan rondando en el lector durante días. Una devastadora belleza palpita en estas páginas." — Daniel Saldaña París —