Un ball boy de veinte años que sueña con Roger Federer y dos hermanos con un extraño don buscando tesoros en alta mar, Los impecables se construye sobre la intriga en torno a sus protagonistas. El joven Manuel, encerrado en una rutina segura y reconfortante, se ve amenazado por una compañera más joven con la que rivaliza para ir al Roland Garros, mientras Juan y Abel, dos hermanos a la caza de tesoros perdidos, experimentan frente a su tripulación la peligrosidad de las aguas, sin que los meses traigan la ansiada recompensa. «Esta historia no puede escribirse con un solo registro, de una sola manera. Tatiana Goransky se vale del discurso de investigación, de la magia difusa de las fábulas o de la precisión antropológica», destaca Martín Kohan. Un libro «atravesado no sólo por la tragedia, sino por una serie de lenguajes y discursos que lo agrandan y lo convierten en una historia emocionante», en palabras de Ezequiel Acuña. Ya sea en el agua o sobre polvo de ladrillo, el terreno en que se mueve Los impecables es uno minado de obsesiones y rivalidades que dan lugar una y otra vez a situaciones límite.