El joven Ángel Doria, indiano por cuyas venas corre la sangre de los últimos tlatoanis y del legendario almirante Andrea, asiste al nacimiento de la Nueva España. A contraflujo de los europeos que emigran hacia América, él se embarca a buscar a su padre, pero también gloria y fortuna en la corte genovesa, entonces fiel de la balanza del equilibrio mundial. Desde las ruinas arrasadas de la antigua Tenochtitlán al estruendo de los cañones en la batalla de Lepanto, De estirpe guerrera no es sólo una novela de aventuras en las turbulentas aguas del Siglo de Oro, en que Cristo se enfrenta por igual contra Huitzilopochtli y Allah; sino una reflexión sobre el origen y la herencia. Ángel Doria es la encarnación misma del crisol de culturas y valores que habrá de forjar México. ¿No somos todos, acaso, frutos de algún mestizaje? De estirpe guerrera, de la prolífica Bertha Balestra, nos descubre que sólo somos capaces de atisbar nuestra alma y nuestro destino cuando aceptamos abrevar todos sus afluentes.