Ciudades visibles de Carmen Ávila reproduce la mirada de sus ciudades sin bordes ni costuras. Trascribe sus vivencias y su particular forma de ver la realidad, así como las costumbres y manías de sus habitantes. Al igual que Ítalo Calvino, encuentra en las calles su significado más profundo: las ciudades, como los libros, son una extensión de la imaginación del hombre. Carmen Ávila camina sobre 1a línea fronteriza que divide la narrativa del ensayo, y demuestra que el rigor argumentativo no tiene por qué renunciar al uso de la palabra como fin en sí mismo. Vierte luz sobre la experiencia del viaje más oscuro, el viaje hacia dentro de sí misma y lo hace con humor e ironía, que son las formas más honestas de verse y de extenderse. Esta obra obtuvo el Premio Dolores Castro de Ensayo escrita por mujeres en el 2017.