Una colección de poemas esbozados por el trabajo pictórico de Edvard Munch, siempre en diálogo con la ansiedad y la desesperación. Así como los colores vibrantes construyen la retina, los versos libres de El virus de Munch delatan los estragos de la enfermedad, de todo tipo y en todos sus niveles. Carmen Ávila concierta fórmulas químicas para combatir bacterias, colores que describen cómo los celos conducen a la locura porque "asesinan a grados menos cero". Siembre hay virus que nos siguen, tengan o no clasificación taxonómica. Esta obra obtuvo el Premio Dolores Castro de Poesía escrita por mujeres en el 2017.
Está doctorada en Política Pública por el Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey, con estudios en la Universidad de Harvard y la Universidad Carlos IV de Praga. Algunos de sus textos han sido traducidos a distintos idiomas. Recibió la beca Jóvenes Creadores del Fondo Estatal para la Cultura y las Artes de Coahuila en Poesía 2005 y 2012, así como la del FONCA en Ensayo en 2006. Fue ganadora del Concurso de Ensayo Mauricio Babilonia, convocado por el ITESM en el 2003 sobre la obra de Gabriel García ...