Sobre el fondo de una Habana cálida y barrida por la brisa, se sobreponen los monólogos solitarios de los personajes que componen este libro de cuentos. Mujeres febriles, insomnes, abandonadas, furiosamente enamoradas y solas, furiosamente libres o dependientes. Personajes presos de sus propios rituales o empeñados en evadirse de las ataduras -reales o imaginarias-, de su cotidianidad. Todo ello en la voz serena, levemente desapegada y sutilmente cínica de un narrador que habla desde la intimidad.