Un libro de poesía no necesita desplegar ningún hilo narrativo o tema dominante. Pero lo primero que resulta notable en Y así las cosas es la fuerte trabazón temática de los textos de cada parte y de la secuencia de las tres partes en la totalidad del libro. Como en una composición musical, los poemas de cada sección modulan en diferentes claves y registros las resonancias, a menudo inesperadas, de un complejo tema común.
En los textos del volumen podemos oír innumerables ecos de la Biblia, o de los antiguos poetas clásicos, o de la tradición literaria en lenguas romances. Casi nunca se trata de citas textuales o de menciones precisas sino de genuinas resonancias, tramadas todas en una voz que a menudo recupera, en sus registros de siglo 21, los ritmos e inflexiones de la poesía del Siglo de Oro. Esos ecos y ritmos modulan una sostenida meditación que comienza en el minucioso examen de todo lo que nos limita y termina en la reconciliada aceptación de esos mismos límites que nos definen como humanos.