Hablemos, escritoras.

Mariposa Negra

Rocío Yolanda Angélica Silva-Santisteban · Ediciones de la Línea Imaginaria · 2005 · 47 pp

Poesía

En la voz de Silva-Santisteban los cantos chirrían, los epigramas se resisten al cierre, los plagios se autodenuncian, los boleros vociferan y los responsos preceden a las muertes. Tremendo, incontenible, a veces amenazante y otras, suplicante, el grito de una mujer atraviesa las cinco secciones del libro y desborda los márgenes de silencio de cada poema. Es un grito largo y mutante: expresión de rebeldía, protesta contra el sinsentido, paliativo de la soledad, llamada a la muerte compasiva o celebración panteísta de la vida:

A la hora de lanzar las desventuras, ¿quién es el primero en aguantar el grito inútil?

Quédate aquí, despacio, los dos tirados con el vientre hacia arriba;

allá lejos, sobre el páramo las tululas se mecen y dejan entrever

los mil mil mil gritos del sol.