Con un tono minimalista y sutil, con ternura contenida, Hans Joachim Schädlich, narra la vida de esa familia y esa casa soñada en el espejo de los avatares de Alemania entre 1930 y 1950. Su novela es un delicado caleidoscopio que va de los días optimistas al ocaso; de la esperanza despreocupada a los horrores de la guerra, la posguerra, el descubrimiento de los campos de concentración, la llegada del Ejército Rojo. En el camino, quedan las ilusiones, salen a la luz los dobleces de la conciencia, lo silenciado ajusta las cuentas con el pasado; la casa, la propia vida, quedan en sombras. Exquisitamente construida, La mansión es una parábola ejemplar. Muestra cómo los tiempos violentos marcan y condicionan a los individuos comunes; también cómo la negación de esos individuos allana el camino de la violencia.