Novela con ribetes benaventianos en la que el triángulo imposible, el más prohibido de todos, se forma ante los ojos del lector. Pero si desde sus inicios la relación resulta complicada, el hecho de que todas las protagonistas sean mujeres vuelve aun más suculento este ajiaco literario. Ajiaco, sí, porque aunque la trama tiene lugar en México, la gracia caribeña de la autora asoma entre las páginas con un guiñito cómplice... La manera en que se enlazan y desenlazan los tres cuerpos reflejados en este espejo construido de palabras en lugar de azogue revela una maestría capaz de trazar retratos auténticos y vívidos con cuatro pinceladas. —Teresa Dovalpage