Compuesta bajo el género de la novela picaresca con el lenguaje que le caracteriza, El Tarambana es una novela de aventuras con un trasfondo político. No sabemos si son las aventuras de un hombre o de una mujer, pero sí sabemos que es un personaje con un exquisito gusto literario y al que le gusta entregarse al placer, al juego, a la comida y a las mujeres. Pero el hambre y su sexo le persiguen y debe travestirse en pícaro para sobrevivir a las adversas situaciones a las que se enfrenta, y en más de una ocasión debe recurrir a sus puños y a su navaja. Haciéndose parte de la tradición de género en que se inserta, en esta obra vemos el periplo del protagonista por distintos lugares bajo las órdenes de sus patrones. Su juventud, vivida entre los años sesenta y setenta, y luego sus andanzas en los tiempos de dictadura, retratan un Chile político oscuro, donde los episodios más delirantes son los reales: algunas rutinas de autoflagelación practicada por un miembro de la clase política gobernante, el cuerpo de obreros asesinados y dejados a la intemperie durante días para ejemplarizar a un pueblo maderero, y el texto del tercer secreto de Fátima revelado por el iluminado de Peñablanca. El Tarambana es una apuesta literaria de alto riesgo que admite varios niveles de lectura. El lector puede entregarse a la diversión que generan la trama y las anécdotas narradas en forma hilarante, pero también imponerse de la profundidad crítica de la mirada satírica encubierta en la reflexiva estructura autobiográfica de la novela picaresca.