Si la familia es el átomo de la materia social, y sus miembros, las partículas que lo conforman, en el teatro de Mariana de Althaus,su núcleo es altamente combustible: sufre fusión y fisión. En Ruido, sus componentes se unen hasta la claustrofobia y la locura; en El lenguaje de las sirenas se dispersan en espacios abiertos por la fuerza de ideas y creencias distintas. Pero también ocurre,como en El Sistema Solar, que orbitan en un orden conflictivo y precario, y a pesar de sus tensiones se mantienen en delicado equilibrio. Las asfixias de la maternidad, la ausencia física o emocional del padre, la incomprensión y la decepción, pero también la lealtady el amor, están presentes en Dramas de familia, que incluye una nota preliminar y recoge tres de los mejores textos de Mariana de Althaus, protagonista, sin duda, de la escena teatral peruana, y creadora de una dramaturgia en la que el absurdo y el humor son claves para conmover y remecer al espectador o al lector, traspasando las paredes de un hogar cualquiera para cuestionar los fundamentos de esa convivencia mayor que nos concierne a todos.