—Escenarios cotidianos, personajes que viven al ras de la realidad, tramas que podrían suceder en este mismo momento, cerca del lector, pero que gracias a un giro inesperado, se convierten en un historia impactante, inolvidable.
—Los cuentos suceden en escenarios cotidianos, departamentos, casas familiares, la calle; sus personajes viven a ras de piso, son personas sin atributos notables, pero que viven dramas y conflictos que los llevan a situaciones límite; su lenguaje está libre de grandilocuencias y experimentaciones, y por lo tanto permite que una gran gama de lectores comprendan y se sientan atraídos por la escritura.
—Hay muchas clases de historias en el libro: de suspenso psicológico, de terror, fantásticas, urbanas, pero todas coinciden en la exposición de un drama humano, una metáfora sobre los problemas que surgen a partir de la falta de comunicación o los miedos y carencias emocionales de las personas en sus relaciones.
—Los cuentos son breves, ágiles, y se prestan para una lectura rápida.