“Una máquina perfecta de imaginaciones”, así describe Santiago Páez a este breve tomo de cuentos cortos donde el fantasma se materializa como símbolo de lo que se ha perdido y es tratado con humor macabro. Ficciones brevísimas como “Los fantasmas usan el baño” o “Hospedaje nocturno”, dan vuelta al tema de la casa encantada y sus lugares comunes.