Este cuentario tiene su inspiración en el microrrelato de Juan José Arreola “La mujer que amé se ha convertido en un fantasma, yo soy el lugar de las apariciones”, dando a entender que si hay un lugar donde toda la potencia de la vida imaginaria puede tener presencia, es en el arte. Es en este libro donde aparece con mucha más precisión la habilidad de la autora para el microrrelato en textos como “Instantanea borrosa de mujer con luna”, “ Las mujeres cambian”, “Contemplación de Helena” o “Conversación de los amantes”. Ejercicios breves pero contundentes próximos a la poesía donde los lectores se quedan repasando una sensación de nostalgia.