En siete secciones se trabajan las fisuras que alejan al lenguaje de sus significados. Sea
frente al cáncer, las herencias familiares o culturales, la violencia, las muertes interiores,
el amor o la intuición de lo sagrado. Se escribe con la tachadura, los espacios en blanco
y los silencios; además de desplegar la paradoja conceptual del título.