Hablemos, escritoras.

Clarice Lispector.

Episodio 424 Hablemos de ...

04/10/2023 · Isabel Ibánez de la Calle

Escribo porque no tengo nada que hacer en el mundo: estoy de sobra, y no hay lugar para mí en la tierra de los hombres."

Clarice Lispector (Ucrania/Brasil) es una de las escritoras más importantes de todo Latinoamérica y de Brasil. Su presencia no puede faltar en un proyecto que celebra la literatura escrita por mujeres en nuestra región. Hoy le damos la bienvenida a nuestra nueva colaboradora Isabel Ibáñez de la Calle, quien nos lleva al mundo y obra de esta escritora que nos ha marcado tanto. En verdad que esta cápsula Hablemos de... nos abrirá una puerta para leerla más.

Y para saber más sobre Lispector, no se pierdan el bellísimo libro Fotobiografía de Nadia Batella Botil que tenemos en Shop Escritoras, una total belleza y los otros libros que pronto tendremos en el catálogo. 


“Escribo porque no tengo nada que hacer en el mundo: estoy de sobra, y no hay lugar para mí en la tierra de los hombres. Escribo por mi desesperación y mi cansancio. Ya no soporto la rutina de ser yo, y si no existiese la novedad continua que es escribir, me moriría simbólicamente todos los días”. Este es un fragmento de la última novela de Clarice Lispector llamada La hora de la estrella, publicada en 1977, unos meses antes de que la autora muriera de cáncer a los 56 años. Y aunque podría ser su propio lamento, Lispector puso esas palabras en boca de un narrador masculino que reflexiona sobre la vida y la muerte de una joven muy pobre del noreste brasileño, donde Lispector vivió cuando llegó por primera vez a Brasil, en 1921.

Proveniente de una familia de inmigrantes judíos, Chaya Pinkhasovna Lispector nació en 1920 en lo que hoy es el oeste de Ucrania. Migró a Brasil con sus padres y hermanas a causa del antisemitismo que se vivía en Europa del Este y ahí cambió su nombre a Clarice. Su infancia estuvo rodeada de carencias y a los diez años su madre murió, lo que provocaría una nueva mudanza con su padre y sus dos hermanas primero a Recife y finalmente a Rio de Janeiro, donde Lispector terminaría sus días, no sin antes desafiar por completo la literatura escrita en portugués.

Lispector es una escritora que desarrolló un estilo inclasificable que ella misma denominó un “no-estilo”. Sus historias se adentraron en las fibras más profundas de los seres humanos y sobre todo de las mujeres, porque entre muchas cosas, plasmó literariamente las experiencias femeninas en un mundo creado por y para los hombres.

Se trata sin duda de una de las escritoras brasileñas más influyentes del siglo pasado. Muchos escritores y escritoras latinoamericanas siguen llevando sus novelas bajo el brazo, sobre todo aquelles que desean hacer el viaje interior del que no hay regreso posible. Sus libros son un viaje que se hace con personajes que cuestionan sus orígenes, y que llegan a sentir la soledad más profunda y los miedos más extremos. A pesar de haber sido comparada con autores como James Joyce o Virginia Woolf, por la inestabilidad en la forma de narrar, la escritura de Lispector se siente fresca y original. Ella misma se afanó en alejarse de las comparaciones con los autores anglosajones hasta crear una literatura propia, irrepetible y muy latinoamericana.

Cuando Clarice Lispector era adolescente quedó profundamente marcada por las obras de Dostoievski, Hermann Hesse y el modernista brasileño Monteiro Lobato. Durante su época universitaria comenzaría también su fascinación por la obra del filósofo judío Baruch Spinoza, cuyo misticismo está muy presente en su primera novela publicada en 1943 y titulada Cerca del corazón salvaje, un retrato cruel y fascinante sobre la complejidad de las relaciones humanas. La novela la escribió con tan solo 19 años y la publicó con 21. No solo causó una enorme impresión entre les lectores y ganó el premio de mejor novela publicada, sino que el poeta brasileño Lêdo Ivo —quien tenía mucho prestigio intelectual en aquel entonces— afirmó que se trataba de “la novela más grande que una mujer haya escrito en lengua portuguesa”.

A sus 24 años se casó con un diplomático con el que tuvo dos hijos. Permaneció quince años fuera de Brasil, vivió en Europa y Estados Unidos. En esa época publicó dos novelas más. Pero no fue hasta que se divorció en 1959 que regresó a Río y en 1960 publicó el libro de cuentos Lazos de familia que se convertiría rápidamente en un éxito de ventas en Brasil. Su siguiente novela, Una manzana en la oscuridad, fue traducida al inglés por Gregory Rabassa, el mismo hombre que llevara a García Márquez y Vargas-Llosa al mercado anglosajón. El traductor dijo que Lispector era tan bella como Marlene Dietrich y tan buena escritora como Virginia Woolf, comentario que la propia Lispector tildó de sexista, pues en muchas ocasiones los críticos hicieron eco de su innegable belleza como uno de sus mayores atributos.

La pasión según G.H es considerada su obra maestra, publicada en 1964, la novela trata sobre una mujer perteneciente a las élites de Río que al entrar a la habitación vacía de su sirvienta, encuentra una cucaracha y con ella reflexiones sobre el sufrimiento de un yo que se pregunta sobre el sentido de su propia existencia y que se enfrenta a la soledad más apremiante. A pesar de que las obras de Lispector son intimistas, retratan con fidelidad los problemas de clase de un país con desigualdades extremas como Brasil.  

La vida de Clarice fue la de una escritora que abrió senderos a otras escritoras, que daba pocas entrevistas y evitaba hablar sobre su vida personal, aunque en Brasil todo el mundo supiera de su existencia y recibiera cientos de cartas de lectores diciéndole cómo sus novelas les habían cambiado la vida. Una autora que la prensa calificó de excéntrica y hasta enloquecida, y que incluso fue considerada bruja al asistir al Primer Congreso Mundial de Brujería en Bogotá, en 1975, donde se hizo famosa su frase: “Dejo registrado que, si vuelve la Edad Media, yo estoy del lado de las brujas”. Esto le costó muchas críticas por parte de las élites intelectuales, que se olvidaron de que hacía mucho tiempo a Clarice Lispector le había dejado de importar si la quemaban en la hoguera de su patriarcado. Su legado sobreviviría esas llamas sin duda alguna.

La leyenda de Clarice Lispector volvió a la vida cuando el escritor estadounidense ganador del Pulitzer, Benjamin Moser, publicó en 2009 Why This World, una biografía de la autora cuya excentricidad, belleza y genialidad intrigó a Brasil según las propias palabras del biógrafo. Él estudió manuscritos, entrevistas y viajó a las ciudades donde Lispector vivió para entender mejor su obra desde lugares que no habían sido tomados en cuenta antes. En contra de la aproximación que mucha de la crítica tiene respecto a la unión entre vida y obra de un autor, para Moser, el desarrollo de Lispector como escritora está directamente relacionado con su turbulenta vida. Este libro también rescata la tradición judía de Clarice como uno de los elementos clave de su literatura, particularidad que no había sido tomada por la crítica cuando aparecieron sus libros. 

Quizá la mejor forma de comenzar a leerla sea con La hora de la estrella, el personaje de Macabea, la norestina que vive en un mundo cruel donde el respeto y la dignidad brillan por su ausencia, muestra sin piedad los problemas de clase y género que aún estamos negociando como sociedad: la violencia invisible, la necesidad de mantener el silencio y la condena a ser estereotipados por tener orígenes pobres. Existe una película de 1985 dirigida por la cineasta brasileña Suzana Amaral que fue muy bien recibida por la crítica, y aunque en la película la trama se desarrolla en Sao Paulo y no en el Noreste del país, es una muy buena interpretación de un libro complejo por su polifonía. 

Lispector es de las pocas autoras que me han hecho querer volver una y otra vez a esos personajes tan enigmáticos. Y siempre, sin excepción, encuentro que probablemente no haya nada mejor que releerla. Quiero advertir que las novelas de Clarice Lispector son tan transformadoras que pueden llegar a ser peligrosas. Siempre hay un riesgo en leer una autora capaz de cambiarnos la mirada, que pone nuestros estándares en niveles altos, que nos incomoda porque nos muestra donde están nuestros silencios y nuestros límites.