Hablemos, escritoras. Switch to our version in English

Montserrat Rodríguez Ruelas.

Episodio 460 Acercándonos a escritoras

09/25/2023 · Adriana Pacheco

Mi Ulises es un personas que no quiere estar en ese entorno violento."

Adriana Pacheco: Esto es Hablemos, escritoras en su compromiso por seguir haciendo visible, abriendo las puertas, y atravesando fronteras para hablar de la obra de escritoras contemporáneas y de todos los tiempos. Los escuchamos cada semana, a veces con uno o dos episodios, en nuestra plataforma hablemosescritoras.org, y en los distribuidores de audio más importantes como Apple Podcast, YouTube, Stitcher, Soundcloud, y mucho más. Entrevistamos a escritoras, traductoras, críticas, editoras y las editoriales que las publican, hacemos reseñas de libros, y también eventos para presentar libros y difundir la literatura de todas las maneras posibles. No se pierdan seguirnos en las redes sociales. No se pierdan suscribirse a nuestro newsletter y encontrar cada vez más y más herramientas para poder llegar a la obra de escritoras como la que presentamos el día de hoy. Nos da muchísimo gusto recibir este micrófono a Montserrat Rodríguez Ruelas, a quien conocí cuando estuve en nuestra visita en la cuarta parada de “Las cuatro esquinas” en San Diego, California. Ella viene de Tijuana, Baja California, México y será un gusto conversar con ella. Pónganse cómodos y disfrutemos una conversación más en el espacio de Hablemos, escritoras.

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APR: Montserrat, qué bonito fue el evento que tuvimos en la Biblioteca Coronado en San Diego, California. Un evento maravilloso que yo les agradezco muchísimo Ilana Luna, Amanda Petersen, y al consulado de México que hayan conseguido este espacio para sentarnos a hablar con escritoras maravillosas que además atravesaron la frontera, algunas de ellas desde Mexi-cali, desde Tijuana, para estar con nosotros. Me sentí muy halagada, muy contenta de poder tener este episodio tan bonito en donde las pueden escuchar leer su poesía y hablar sobre la escritura y sobre la frontera. El episodio 446 en nuestra página web www.hablemosescritoras.org. Pues una de ellas, maravillosamente, es Montserrat Rodríguez Ruelas, y estoy muy contenta de que ahora la tengo en el micrófono, solita ella, para que platiquemos de su obra. Bienvenida Montse.

Montserrat Rodríguez: Adriana, muchísimas gracias por recibirme, la verdad que soy una gran admiradora de tu proyecto.

APR: Pues, al contrario, yo soy la admiradora de tu trabajo, así que eso es muy, muy bonito que venga de los dos lados. Bueno, vamos a empezar con una pregunta que nos va a emocionar a todos, ¿qué sentiste cuando te dijeron que habías ganado el Premio Nacional de Novela Breve Amado Nervo?

MR: Pues la verdad que fue una experiencia muy bella. Fíjate que cuando me dieron la noticia yo estaba haciendo fila para cruzar a Estados Unidos, estaba con mis papás en el carro y me entró una llamada. Generalmente no contestó números desconocidos, pero tenía como esta curiosidad y contesté, y era el rector de la Universidad Autónoma de Nayarit. Me dice que fui ganadora, y también me dice que está el jurado en la llamada, que si les quiero decir algo, entonces pues lo único que pude hacer es agradecerles muchísimo, pero estaba tan sorprendida que en realidad no supe qué más decir.

APR: Qué emoción, ya me imagino. Bueno, además, si no hubieras contestado, ¿qué hubiera pasado? Igual se pasa ese momento y ya no te marca él, te marca otra persona, ¿no?

MR: Sí, la verdad que sí fue muy lindo porque pude también poner en altavoces el teléfono, y mis papás escucharon. Mi papá incluso se orilló un poco porque ya estábamos próximos a cruzar, siempre se corta la señal cuando cruzas a Estados Unidos, se corta un momento la señal y luego se reactiva, entonces se orilló. Fue muy significativo, porque mi mamá es de Nayarit. Cuando estaba buscando cómo posicionar este proyecto que ya tenía terminado, vi esta convocatoria y dije, bueno, vamos a hacerlo por aquí, mamá es de allá, sin ninguna pretensión de creer que lo podía hacer la verdad, sinceramente. Y bueno, lo obtuve y es bonito porque entonces de esta manera pudo publicarse Aunque es de noche, y sabemos que el proceso de publicación también suele ser complejo o complicado.

APR: Además con la dicha de que se publique en dos sellos editoriales tan importantes, La Universidad Autónoma de Nayarit y una editorial a la que le tenemos mucho cariño, Ediciones de Lirio – tienen muchos libros muy buenos. Acá tengo en mi mano ahorita, Aunque es de noche y ya platicaremos de ella. Una de las cosas que ahorita me dices, que estabas ahí parada en la frontera, pues a mí me intriga, porque para ustedes la frontera pasar de un país a otro está ahí juntito, ahí atrás de donde vive y eso obviamente impacta de muchas maneras su literatura, la manera en la que escribe, la manera en la que ven el mundo de los otros, además esa ciudad emblemática que es Tijuana. Cuéntanos un poco de tu vida ahí cerca de la frontera en ese lugar que tiene tantos matices, tantos colores.

MR: La verdad es que el tema de la frontera es un tema complejo, mi hermano y yo, por ejemplo, somos la primera generación nacida en Tijuana, nuestros padres migraron de Jalisco y Nayarit, entonces en este pequeño núcleo, o pequeña muestra que es nuestra familia, hay un choque no sólo generacional, pero también natural, entonces Tijuana viene a ser un espacio lleno de historias muy complejas y diferentes a la de incluso mi propia familia. El hecho de que exista una frontera en nuestro imaginario colectivo no significa que tenemos la misma experiencia u oportunidad incluso de relacionarnos con ella, y me gustaría hablar de Liliana Lanz, que es una profesora, lingüista y analista de discurso acá en Tijuana que tiene una tesis de maestría muy bella. Esta tesis se llama “Bilingüismo en la vida transfronteriza, prácticas translingües en la expresión de emociones de tijuanenses.” Es todo un tema hablar de emociones y bilingüismo, pero lo que me gustaría rescatar con respecto a la frontera es que ella menciona que hay tres tipos de fronteridades. El primero es la nacional fronteriza, que es donde se vive la frontera como un límite o un problema porque no se puede cruzar al otro lado. El segundo es la fronteriza que es binacional, que se vive la frontera como una oportunidad, pero no nos cuestionamos las relaciones asimétricas entre los países. Y el ultimo tipo es la fronteridad transfronteriza, que es una práctica donde estás inmerso en espacios sociales, culturales y políticos, y cruzas o incluso puedes tener la doble ciudadanía. Entonces, sin duda, el tema de la frontera acá es complejo, porque decir frontera no significa que tengas la posibilidad de cruzarla o de transitarla.

APR: Claro, yo lo imagino. Qué maravilla del libro, me encantaría tener a Liliana acá en el micrófono y que nos platique sobre esto. Qué interesante estudio, magnífico.  Hablando precisamente de tener esas otras voces, cuando estuvimos juntas en San Diego estuvo también Marlon PV que ya tenemos el podcast de ella, felices de haberla tenido también en este micrófono, y pronto estará también Melissa Castillo. Cuéntanos un poco acerca específicamente de la escena literaria y cómo es que dialoga esa escena literaria con los dos países de que alguna manera están en conversación de un lado y del otro de la frontera, o ¿cómo ves tú? ¿cuáles son las voces que están también allí gestándose?

MR: Sí, que hermosa conversación tuviste con Marlon, me la aventé y fue preciosa.  También qué emoción que va a estar Meli por acá. Son dos grandes amigas junto con Selene Ángeles, las cuatro tenemos una comunidad acá donde nos hacemos casita como me gusta decirlo. Creo que la escena literaria en Tijuana está activa, percibo que tiene muchas ganas de crear, tenemos muchas ganas de crear y cuestionarnos. También plantearnos la hibridación de prácticas habitando un territorio de frontera, obviamente la hibridación es como parte de nuestro día a día. La pandemia supuso una pausa en muchas cosas, incluso en la manera de crear y de cómo hacíamos lo que hacíamos, entonces, cuando se volvió a abrir la frontera que fue después de la pandemia, creo que ese factor permeó nuestro intercambio definitivamente. Me parece maravilloso también que las prácticas de comunidades literarias estén adquiriendo nuevas formas gracias al feminismo, porque sin duda existen relaciones de poder en las que por años se ha abusado de esta situación de poder, y no solamente sucede en Tijuana. Entonces creo que ahora somos más conscientes y estamos al tanto de cómo queremos crear y hacer comunidad, y eso también aplica para cuando tenemos el intercambio con otros países, en este caso Estados Unidos. Una práctica hermosa y un ejemplo de una práctica feminista en la literatura fueron las charlas que tuvimos en Libélula y en la Coronado Library que Hablemos, escritoras nos dio la oportunidad de vivirlo. Fue maravillosa, la verdad.

APR: Súper emocionante, llegaron a la Libélula y ver ese lugar tan mágico, tan lleno de tan buena energía, los libros que tenían, los tipos de autores. Y escucharlas a ustedes me tenía completamente conmovida, había escritoras, había gente que hace promoción de literatura, había también un escritor, estaba también una bibliotecaria, y una de las cosas que también me llamó mucho la atención, éramos varias generaciones reunidas en ese espíritu, qué lindo la conversación.

MR: Sí, la verdad que fue maravilloso, una experiencia muy bondadosa y muy segura. Entonces siempre es importante dar luz a ese tipo de proyectos. Además, que me encanta el tema de la traducción, porque creo que también es un tema importante al momento de la literatura. Creo me atrevería a decir que en este territorio somos malas personas que leemos libros en inglés, digamos, mexicanos que leemos libros en inglés que, por ejemplo, a lo mejor anglosajones, leen en español, es todo un tema eso de lenguaje y también de lo que brinda la traducción. Porque brinda estos caminos y estos puentes para poder llevar la literatura a otros idiomas y entonces que pueda también ser conocida. Pero bueno, también por mencionarlo de Shop escritoras que es otro proyecto que está haciendo traducciones, pero también lleva libros en su idioma natal a otras regiones me aparece maravilloso.

APR: Pues muchísimas gracias. Muchísimas gracias, Montse. Bueno, pues ahorita que estás hablando de toda esta idea del transfronterismo, por decirlo así, algo que también siento que está pasando es que desde ustedes, están llegando a otras fronteras, que es el otro lado de Estados Unidos, porque la frontera entre Tijuana y San Diego es la más transitada del continente, de este lado del mundo occidental, es una cosa enorme en la cantidad de gente que atraviesa. Pero siento que ustedes de alguna manera, también influyen a otras fronteras que hay a lo largo de todo el continente. ¿Tienen ustedes comunicación, por ejemplo, con otros países y otros puntos de lo que es el continente americano?

MR: Nosotras, y hablo en plural porque mencionó otra vez lo de comunidad, creo que estamos constantemente buscando maneras de comunicarnos con otros territorios. Un gran ejemplo de esto también es Marlon, como vuelvo a mencionarla, en toda esta labor que hace, en no solamente transfronteriza de Tijuana, Estados Unidos, pero de visualizar otras convocatorias de otros territorios. Entonces sin duda estamos muy interesadas de crear estas redes. Algo que nos ayuda a hacerlo son precisamente las redes sociales y la tecnología, esto que están sacando cada vez más convocatorias y más formas de crear lazos. Por ejemplo, cuando fui a Under the Volcano en 2019, que le sede es Tepoztlán, ahí tuve la oportunidad también de relacionarme con personas no nada más de México y Estados Unidos, sino como de Europa y de otros lugares del mundo. De esta manera, pues la verdad es que hay un choque cultural, pero para bien, como que te abre el panorama.

APR: Claro, y a eso iba mi pregunta, precisamente, tú fuiste parte de Under the Volcano, y algo que me gusta es que esa comunidad ha crecido tanto, se ha hecho tan sólida a lo largo de los años. Cuéntanos un poco más sobre esa experiencia, tu participación ahí, y también sobre el encuentro internacional, 13 Habitaciones Propias. Qué bonito, además, desde el nombre mismo.

MR: Sí, 13 Habitaciones Propias fue en 2018 y una de las tantas cosas que me regaló fue la amistad con Melissa Sánchez. Yo la conocí en el aeropuerto, entonces volamos juntas dos tijuanenses a Sinaloa y fue muy bonito porque también pude convivir con otras escritoras mexicanas que son un gran referente, no solamente de talento, pero como personas. Ahí conocí a Mónica Nepote, a Silvia Aguilar Zéleny, Ana García Bergua, Andrea Cote. Entonces yo estaba la verdad, en un viaje total. Y Under the Volcano, está liderado por Magda Bogin, que también tiene un ojo muy particular en la manera en que construye este proyecto, porque desde un inicio ella pone los elementos para que haya una convivencia respetuosa, este con perspectiva de género, entonces las prácticas también están permeadas por el feminismo. Ahí tuve la oportunidad de tomar taller con Mónica Lavín, una increíble maestra, y de ella aprendí que es muy importante llevar a puerto los proyectos. Entonces, todas estas cosas, todos estos ejemplos que observo en mujeres escritoras me parece fundamental como para yo también continuar cuando hay momentos de duda que son parte del proceso. También conocí a Nelly Rosario e hice una maravillosa amistad con Gabriela Damián y Dani Escoto, de la Ciudad de México. Conocí también a otras personas con las que me comunicaba en inglés, fíjate, también eso sucedía ahí en Tepoztlán, como había escritores y escritoras de tantos lugares también se utilizaba el inglés como manera de comunicación.

APR: Claro, magnífico. Antes de entrar a tu libro, me gustaría hablar un poco acerca de tu perfil como profesora, porque ustedes son un canal muy importante para llegar a los nuevos lectores. Yo recuerdo y atesoro mis tiempos cuando yo misma daba clases a nivel escolar, que por cierto, me daba yo clases a los grandes, porque cuando me tocaba sustituir a mis compañeras con los chiquitos siempre decía, yo no, no, no, yo prefiero a mis grandes, y salía yo huyendo, pero tú tienes precisamente ese perfil. Cuéntanos un poco. ¿Qué edades enseñas, cómo los acercas a la literatura?

MR: Qué lindo lo que dice, porque a mí me pasó lo contrario, me pasó que tuve experiencia con alumnos de sexto grado y yo dije, creo que yo debo de estar en primer grado, que es como en el extremo opuesto. Este ciclo escolar daré primer grado y mis alumnos tendrán entre 6 y 7 años, y en este periodo de escolaridad, pues lo que está muy marcado es la adquisición de la lectura y la escritura. Entonces me toca acompañarlos en la conceptualización de este proceso. Conocemos fonéticamente las letras de su lengua materna y estrategias para leer y escribir. Puedan acceder a la biblioteca del aula, pero que también la construyamos juntas y juntos que practiquemos la lectura en voz alta. Una estrategia que la verdad que a mí me encanta porque me parece muy significativa porque tiene que ver todo con la identidad, es el conocer nuestro nombre por escrito, y entonces hacemos ejercicios para encontrar no solamente fonéticamente, qué letras hay ahí, pero también con otras compañeras y compañeros qué letras comparten y de esta manera también vamos formando comunidad desde el inicio del ciclo escolar.

APR: Qué lindo, mis nietas tienen 7, 6 y 3 años, así que exactamente puedo visualizar esas dinámicas y el interés de estar ya escribiendo y leyendo. Ahorita una de ellas tiene un brazo fracturado, tristemente, la de 6 años, y ella es diestra, entonces te imaginarás la frustración porque se rompió el brazo derecho. Me encanta eso que estás haciendo y te felicito, ustedes están marcando a una nueva generación que ojalá pues se vuelvan lectores, ¿no? Eso es tan importante.

MR: Muchas gracias, Adriana.

APR: Bueno, pues entonces, Aunque es de noche. Aunque es de noche, parte de una promesa a una madre por un hijo que obviamente nos refiere, nos remite a Pedro Páramo, otra promesa hecha. También nos remite el nombre del personaje Ulises a esta gran jornada, este círculo casi sin fin, en donde lo más importante no es el destino, sino la jornada que es el Ulises, y así se llama él. Precioso tu libro, muy interesante. Cuéntanos primero sobre estos dos aspectos de partir de una promesa y después de tener este personaje con este nombre tan emblemático que tiene tanta carga significativa.

MR: Muchas gracias, Adriana por observar estos elementos, sin duda fueron unas cuestiones que yo quería plantearme, porque, por ejemplo, con el nombre de Ulises también tiene que ver con la Odisea, y el papel que tiene Ulises como hombre que va a la guerra y que tarda tantos años en regresar a su lugar de origen. Y yo me preguntaba sobre la masculinidad y qué pasó cuando hay hombres que no desean salir a la aventura y menos a una aventura que es tan violenta. ¿Qué pasa con los hombres que en realidad tienen esta sensibilidad? Todos los hombres tienen esta sensibilidad y estos miedos, pero una sociedad no permite que puedan decidir a partir de esto, sino que tienen que fungir un rol. Entonces por eso Ulises es un joven de 17 años que básicamente es empujado a este lugar, que es la canalización de su ciudad, que está inspirada en la canalización del río Tijuana de acá. Está un entorno sumamente violento, no desea estar ahí y tiene mucho miedo, pero ahora viene lo de la promesa. ¿Cómo es posible a veces salir de estas situaciones? Pues agarrándonos a nuestra historia familiar, agarrándonos a estos símbolos que nos dan fuerza o fe y que permiten llegar. En este caso Ulises quiere llegar al mar.

APR: Llegar al mar, y además en todo este trayecto él mismo se va a transformar. No es nada más una novela que se conoce como un bildungsroman, no es nada más una novela de crecimiento, sino sobre todo una novela de cuestionamiento y de planteamiento de alternativas. ¿Nos quieres leer un fragmento para que vayamos hablando un poco de tu técnica, de otros personajes del libro?

MR: Claro que sí, voy a leer en un fragmento que está en la página 59.

MR: Despierta con la primera luz del día, abre los ojos, su boca hace un quejido. Ulises endereza para sentarse. Se asusta cuando algo a su espalda se mueve. Es un perro que durmió recargado en él. Hecho bola. Un perro que tiene el pelo pegado al cuerpo, la cola y las patas largas, un perro común y negro que lo ve y se estira despertando también. Cuando Ulises caminaba por su colonia y se encontraba con perros, le sacaba la vuelta, incluso cuando encerrados en patios o separados por una reja, Ulises prefería caminar por la calle a toparse con sus cabezas saliendo, ladrándolo. Por eso Ulises no se mueve, permite que el animal huela su miedo, que lo rodee un rato, acecharse boca arriba. Entonces se da cuenta de que no es un perro, sino una perra y que en su pecho lleva un pedazo de pelo color blanco, una perra que espera que Ulises le rasque la panza. Cuando lo hace, la perrita mueve una pata con gusto y Ulises ve de cerca la piel rojiza en partes, el descarapelado del pelo y las pulgas. ¿Cómo te llamas? Le pregunta. Y como si le respondiera ella, se levanta, se sacude y comienza a caminar. Se sale de canal, avanza hacia los cerros que más adelante aparece, voltea cada cierto tiempo, comprueba que Ulises la  .

APR: Qué preciosa imagen. Y además el hecho de que Ulises la va a seguir e inicias con ese miedo del que estás hablando precisamente: lo primero que tiene Ulises es miedo. Pues quienes están escuchando ahora estamos conversando con Montserrat Rodríguez y una de las características de este libro que hemos visto con este párrafo que acaba ella de leer es que es muy corto. Así está formado, Aunque es de noche, de diversos párrafos cortos. Antonio Ortuño habla de una de estas características de tu escritura, el minimalismo. ¿Cuéntanos para los que nos están escuchando, qué es para ti el ejercicio de escribir en la brevedad?

MR: Adriana, qué bonita pregunta, la verdad, me emociona mucho porque creo que tiene todo que ver con mi interés por la poesía. A lo largo de esta novela para acompañarme también en su escritura, estuve leyendo a poetas como Piedad Bonnett y San Juan de la Cruz. Como podemos ver en el epígrafe al inicio, el título de la novela está inspirado en un verso de San Juan. Olvido García Valdés y Ocean Vuong también lo inspiró. Entonces creo que tiene que ver con esta cualidad que tiene la poesía de ser muy cuidadosa con las palabras, de saber que cada palabra tiene un significado y tiene una interpretación también. Algo que me encantó de mi convivencia con Antonio Ortuño, porque fue mi tutor en el Fonca, es que cuando terminamos el periodo de beca, al final me dijo, eso es una novela rara y peculiar y debes de encontrar las lectoras y los lectores como para ella. Entonces yo me emocioné muchísimo porque sin duda quería hacer una novela rara y peculiar porque quería leer algo así.

APR: Claro, pues lo encontraste los lectores, porque la novela es preciosa. Además, tiene muchos otros matices, por ejemplo, estás jugando ahí con otros tiempos, otros espacios, otras narrativas. Lo haces de manera visual, con el cambio a itálicas y acabas a entrar a otro personaje que es Aura. Me impresionó muchísimo la idea de las piñatas que viene con ella. Fíjate que nosotros en la familia hablamos mucho de las piñatas.  Estaba yo leyendo tu libro y, qué curioso, mi hija (que se casó con un chico americano) me dijo a los pocos días, ay ahora las fiestas infantiles en mi casa tienen piñata porque ellos no conocían la piñata, no sabían el simbolismo de la piñata y qué es realmente, lo que son los picos y lo que es esta derrama de bendiciones. Y después veo cómo conecta con el patio lleno de piñatas como si fuera las campanas de la iglesia cuando tocaban a maitines, que eran las que tenían el ritmo, marcaban el ritmo del día y la noche, a qué horas empezaba ya la hora de trabajar y la y a la hora de acabar de trabajar. Lo mismo, las piñatas en tu libro maravilloso, cuéntanos de esto.

MR: Qué bonito todo lo que me cuentas, Adriana. Sin duda las piñatas por el simbolismo también son muy importante para mí y aparte, porque también fungen como un ritual, entonces son estas cosas físicas que tenemos que nos permiten conectar como con otras cosas más emocionales o de intención. Y el caso de las piñatas aquí fue también muy fortuito, porque yo estaba transitando una avenida en Tijuana que se llama Avenida Internacional, que es una vialidad rápida que está entre la frontera y la zona norte de Tijuana. La zona norte ahora es un espacio lleno de precariedad y de violencia, le falta política pública, le faltan acciones como para ayudar a esa comunidad. Entonces yo iba bajando por esta vialidad y volteé hacia la derecha y hay casas, y en una casa había una niña en un patio que estaba brincando, y brincaba sola como jugando y arriba tenía piñatas, entonces yo imagino que su familia se dedica a la creación de piñatas, porque sin duda es una práctica también económica en Tijuana, pero ella estaba sola y brincando y me conmocionó mucho esa imagen.

APR: Qué precioso, ya me lo imagino. Léenos por favor este fragmento. Me encantará que lo escuchen todos.

MR: Claro que sí, voy a leer un fragmento de la página 32.

MR: Se sentaron otra vez a la mesa, le contaron el secreto que habían guardado, que habían reservado para cuando dejara de ser niño. Ahora, el pueblo donde nacimos tu papá y yo se encargaba de hacer piñatas, las niñas y niños ayudábamos a nuestras familias a hacerlas, salíamos a jugar y sabíamos que era medio día porque los patios se llenaban con las estrellas de siete picos colgadas, con los colores y el reflejo de los papeles en los patios. Estábamos orgullosos, entre nosotros decíamos, está la hice yo, yo ayudé a mi mamá a hacer esa, mira cómo quedó la de nosotros. Después calculábamos que ya iba a ser hora de acostarse cuando los adultos iban y las descolgaban. Así nos la pasábamos. Sabíamos que de grandes nos iba a tocar hacer las piñatas a nosotros solos. Después empezaron las desapariciones, ya no dejaban que nos acercáramos a ayudar. Tampoco nos dejaban salir a jugar, nuestras madres y padres no nos perdían cuidado. Dicen que ese fue el tiempo en que las piñatas, encandiladas por la luz de las estrellas, comenzaron a llamar a las niñas y a los niños, que los convencían de subir, necesitaban una soga, necesitaban un jinete, y que varios subieron, amigas y amigos nuestros, pero nunca volvieron a bajar. Dicen que estando en el cielo, las piñatas hartas de saber el destino que les esperaba allá abajo, hartas de saber que eran creadas para romperse, se deshacían de las niñas y los niños, sus cuerpos ya no bajaron y que muchas de las estrellas que ahora vemos brillando son esas estrellas de  

APR: Totalmente conmovedor, ese fragmento. Se me hace un nudo en la garganta nada más pensar cómo es que llega este momento de la pérdida de la inocencia, el momento de la verdad, y cómo se traslada la violencia en el imaginario de esa familia, de una manera que solamente es la única manera en la que puede sobrevivir la violencia que es tratando de imaginar alguna metáfora, alguna cosa que pueda solventar esa ansiedad de perder a los hijos y a las hijas. Cuéntanos sobre su familia ¿en cómo la imaginaste? Ahorita ya me dijiste de la niña en la en la azotea, pero cuéntanos en el libro, ¿de qué manera vas trenzando esta historia de Aura con la historia de Ulises?

MR: Aura viene también a hacer una niña de 7 años. Es un personaje que quiero mucho porque, yo quería, yo necesitaba a una niña valiente. Y las niñas valientes existen, las veo todo el tiempo en mi escuela, en mi primaria. Pero la vida, o el sistema o algo va pasando, que no dejen de ser valientes cuando se convierten a mujeres, pero pierden un poco como este anhelo por la aventura. Y esto es lo que Aura es, Aura es una niña que sí quiere salir a la aventura, que ella decide hacer su propia piñata de siete picos. Sus padres, que ya son muy viejos, no querían tener hijos por lo mismo de esta situación con las piñatas y las desapariciones, así que esta niña la tienen como un regalo. Esta niña atraviesa está con dos adultos que están cansados, pero que a la vez saben que la tienen que proteger pero que no van a tener tanto tiempo con ella, así que la entrenan o la enseñan a sobrevivir. Pero ella, todos estos entrenamientos los vive con un gozo siempre, con esta curiosidad, y hace su propia piñata escondidas, pero es una piñata que ella creó tiene un vínculo especial. Tiene un vínculo especial con ella, que digamos que también rompe con esta leyenda de las piñatas. Entonces ella sale a la aventura a la vez que Ulises está viajando dentro de la canalización. Y ella y Ulises están conectados porque ahora es un cuento que le contaban a Ulises de niño, porque la madre de Ulises hacía piñatas también. Entonces ahí va como especie de vínculo familiar y de relación que sirve también como luz para él, pero que después, por otras situaciones se va tornando cada vez más complicado.

APR: Claro, el libro es absolutamente delicioso en toda, en la manera en que se convierte de repente en un poema, en las metáforas, en las imágenes, en las relaciones, en este imaginario, en esta intertextualidad que se da exactamente desde este cuento y la vida, la aventura y lo que está viendo y viviendo Ulises. Maravilloso Montse, felicidades por este libro. ¿Tienes algo en puerta, en qué estás trabajando ahora?

MR: Ahora fíjate, Adriana, que estoy escribiendo poesía. Estoy por terminar un libro de poemas. Bueno, estar por terminar es muy complejo en la poesía, la verdad. Es un ente muy, muy, muy complejo, de medir en realidad. Creo que va más por la intuición y por la voz o la luz. Pero estoy trabajando en eso. Quiero terminar ese proyecto para después escribir otra novela.

APR: Qué maravilla. Pues qué gusto, Montse que estás en esta plataforma ahora con tanta voz talentosa como la tuya. Muchísimas gracias por aceptar esta invitación y por compartir con nosotros todo esto.

MR: Muchísimas gracias a ti, Adriana, la verdad. Que para mí es un sueño hecho realidad y es prueba de que cuando te dedicas a algo con todo el corazón suceden cosas.

APR: Claro que sí. Pues, el sueño también es para nosotros. Muchísimas gracias en nombre de todo el equipo. Un abrazo.

MR: Un abrazo.

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APR: Conversaciones como la que acabamos de tener con Montserrat Rodríguez Ruela son las que nos motiva y nos emocionan a seguir adelante con este proyecto. Muchísimas, muchísimas gracias a ella. Gracias al Consulado de México en San Diego, todo lo que ellos hicieron para que pudiéramos llegar a estas voces transfronterizas de Tijuana. Muchísimas gracias a todos ustedes quienes nos siguen cada semana, apoyan y han hecho crecer este proyecto. Hacen la voz, síganos en las redes, tenemos que crecer más y más. Yo soy Adriana Pacheco y quedo en deuda con todo el equipo maravilloso que está atrás de Hablemos, escritoras. Nos escuchamos muy pronto en el próximo episodio, hasta luego.