AP: El día de hoy recibimos a la escritora Yeniva Fernández. Es bibliotecóloga, crítica de cine y escritora. Es un gusto recibirla ahora en Hablemos, escritoras como parte de este recorrido que hicimos en 2024, en donde estuvimos en la bellísima ciudad de Lima, Perú. Es miembro de la Delegación de Escritores Peruanos invitados a la Feria Internacional del Libro de Guadalajara y además ha conducido el Club de Lectura de Petroperú S.A.. Su obra forma parte de diversas antologías, como por ejemplo 21 relatos sobre mujeres que lucharon por la independencia. Hoy conversamos con ella sobre su trayectoria y sobre su obra. Nosotros somos, Hablemos, escritoras y somos una organización sin fines de lucro dedicada desde hace ya siete años a difundir la obra de escritoras contemporáneas y de todos los tiempos. Tenemos una de las páginas más complejas y más completa para poder aprender sobre la obra de escritoras, de críticas, de periodistas, de traductoras, de editoras. También tenemos más de 3500 recomendaciones de libros y si visitan nuestra tienda en Libro FM podrán ver también lo que tenemos en audiobook. O si visitan Shop Escritoras Books en la plataforma Bookshop podrán ver también nuestras recomendaciones de la obra de estas maravillosas escritoras. Los invitamos a que se suscriban a nuestro newsletter y que nos sigan en todo social media. Pasen la voz, recomienden este sitio. Poco a poco hemos crecido para llegar a más y más lectores, escritores, críticos, profesores, estudiosos de la literatura. Yo soy Adriana Pacheco y represento a un equipo de grandes colaboradores que nos ayudan tras bambalinas en la administración, en social media, en la edición de podcast y, por supuesto, en todas nuestras cápsulas.
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AP: Recibamos el día de hoy a Yeniva Fernández. Qué gusto aprender de ella y de lo que ha hecho desde la ciudad de Lima, Perú. Yo soy Adriana Pacheco y como siempre, feliz de encontrarlos en este espacio. Llegamos a Lima ayer, después de un paseo hermosísimo por Cusco y por Machu Picchu. Perú en general es un país que me fascina. Esta es la tercera vez que estoy en Perú y me encanta, me encanta. Me encanta la comida peruana, los peruanos como gente con esas conversaciones tan interesantes y además con una gran diversidad, porque es un país que tiene muchísimas culturas, muchísimos pueblos, muchísimas lenguas y una de las cosas que creo que se valora mucho también cuando viene uno a Perú es ese calor humano. Y yo tengo el gusto de tener un gran amigo en los Estados Unidos, que es Oswaldo Estrada, que es peruano y otros amigos también que son de Perú, Ulises González de Los bárbaros, Pedro Medina, que está en Suburbano, Gastón Virkel y bueno, pues es una comunidad grande de peruanos que están en Estados Unidos. Podría yo decir muchos nombres más. Y precisamente es Oswaldo Estrada, quien hace el favor de presentarme con Yeniva, la pronuncio bien, Yeniva?
YF: Sí. Yeniva.
AP: Yeniva Fernández. Y bueno, estoy muy contenta de que estás acá con nosotros Yeniva, en la Universidad Pontificia de en Lima. Muchas gracias por venir hasta acá.
YF: Muchas gracias a ti. Estoy feliz por porque me hayas invitado y muy contenta de conocerte y estar acá en este proyecto tan interesante y tan grande que es Hablemos, escritoras.
AP: Pues muchísimas gracias. Fíjate que me llegó tu entrevista y me llegó tu perfil justo en un momento importante de Hablemos, escritoras porque estamos abriendo una nueva sección que se llama Insólitas, que la va a llevar a una académica muy prestigiada de España que se llama Teresa López Pellisa, y es precisamente sobre literatura fantástica, como esta literatura insólita. ¿Y bueno, tú has entrado en ese género, verdad, Yeniva? ¿Cuéntanos por qué? ¿Por qué la literatura fantástica?
YF: En realidad la explicación es muy sencilla. Es lo que más me gusta hacer. Yo he escrito también literatura realista, pero la escribía un poco por ser parte de lo que se hacía en literatura peruana. Hasta más o menos, que te digo, los 2000 más o menos no había el canon de literatura peruana está compuesta por literatura realista. Y hace muy poco, desde el 2000 en adelante es que se está poniendo el foco en la literatura fantástica que antes era vista por lo menos en el Perú, como muy de segunda clase, como muy escapista, muy marginal. Y entonces yo escribí en mi primer libro, por ejemplo, tengo cuentos realistas y cuentos fantásticos, pero los cuentos realistas eran más por querer encajar más que más que para en realidad lo que yo quería hacer. Y en mi segundo libro ya dije bueno, este sí encajó o no encajo no importa. Yo voy a escribir lo que yo quiero. Y mi segundo libro, que es Siete paseos por la niebla, es sí, totalmente fantástico. Son siete cuentos fantásticos.
AP: ¿A quiénes lees, Yeninva?
YF: A ver. Yo he leído a muchos autores. A mí me encanta Carlos Fuentes, por ejemplo, en su vena fantástica. Me encanta Carlos Fuentes, José Emilio Pacheco también me encanta, me encanta.
AP: Las batallas en el desierto.
YF: Es precioso, ese libro es precioso. Los cuentos, los cuentos fantásticos de José Emilio Pacheco, ese Tenga para que se entretenga. Y bueno, tiene un montón de cuentos que suceden también en las entrañas del metro. Sí, tiene cuentos extraordinarios, fantásticos. Amparo Dávila, pero Amparo Dávila la he leído hace poco. En cambio Carlos Fuentes y José Emilio Pacheco sí, ya los leía. Los encontré de muy joven. Cortázar, más que Borges. De los peruanos te puedo decir José Adolph, que fue también un autor que hacía ciencia ficción y hacía fantástico, pero era también una especie de autor marginal que ahora recién se está recuperando, que también tuve la suerte de encontrarlo también muy joven. Yo creo que eso es Pilar Dughi en sus cuentos, Pilar y otra escritora peruana bien importante, también en sus cuentos fantásticos y en sus cuentos noir, noir.
AP: ¿Cómo se escribe el nombre de Pilar?
YF: Pilar Dughi.
AP1: Dughi. ¿Y está todavía viva?
YF: No, falleció. Falleció. Una lástima. Falleció a los 50 años. Bastante joven. Y era, es para mí un puntal de la literatura escrita por mujeres en el Perú.
AP: Qué maravilla, qué maravilla. Déjame platicarles un poco a quienes están escuchando, ahorita hay una entrevista en dónde está saliendo esto, en un libro de red literaria peruana que tiene La pequeña compañía con un comentario crítico de Carmen Álvarez y dices: “Lo social y lo fantástico son dos aspectos que me interesan mucho. El primero, puesto que es vital para situar el foco sobre temas tan vigentes en nuestro país como la injusticia, la explotación, el racismo, el clasismo, entre otros. El segundo, porque me gusta y lo considero como un modo de soñar, enriquecer la realidad con nuestros sueños y sobre todo, es una vertiente capaz de expresar la realidad. Lo fantástico siempre habla de ella desde una óptica que ilumina las zonas más profundas.” Qué hermoso. Me encanta, “lo fantástico siempre habla de ella, de la realidad” ¿De qué manera?
YF: A veces, sobre todo como, como te repito, aquí en el Perú se ha tomado como lo fantástico es la fantasía, una cosa escapista. Pero no porque todo parte de la realidad y en una realidad tan compleja, tan injusta como la que, como la que se vive en el Perú, es imposible que lo fantástico sea puro sueño, pura isla. No sé, que están hablando de unicornios o cosas así. Se puede hablar también de unicornios, pero también llevándolo a la realidad. A mí me interesa mucho el tema social en el Perú. Ahorita mismo este estamos viviendo una dictadura parlamentaria. La injusticia ha estado presente creo que desde los inicios del Perú, como como virreinato primero y como República después. Ahora lo fantástico, Lo fantástico en este siempre basarse en la realidad para para mirarla de repente desde una óptica distinta que la enriquece también porque de algún modo lo fantástico es enriquecer esta realidad con lo onírico, con lo mítico, con nuestra fantasía, pero situándolos siempre, al menos en mi caso, en los aspectos sociales que me interesan. Por ejemplo, mira, es feo hablar de uno y no lo voy a hacer, pero poniéndote algunos ejemplos. Por ejemplo, el miedo a las relaciones sexuales puede expresarse a través de una mujer que se convierte en pantera y tiene agresividad hacia su amado, hacia su esposo. Y te estoy hablando de una película que es La mujer pantera de Val Lewton. O sea, si tú la lees simplemente por encima es esta mujer que tiene miedo a tener relaciones sexuales con su esposo porque hay una leyenda en su país que al tener relaciones sexuales las mujeres se convierten en panteras. Pero estás viendo, a lo largo de la película se nota el sufrimiento de ella y se nota que está hablando de otras cosas, del miedo al sexo. En otra hay un cuento de este autor que te decía, de José Adolph, donde el cuento se llama ¿Y si no murieran? Es un cuento muy corto pero bastante interesante, donde habla de unos extranjeros que ponen un restaurante en la Lima de los 60 y el restaurante se pone muy de moda y todo el mundo va a ese restaurante, pero empiezan a ocurrir unas extrañas muertes también. A los comensales del lugar. El cuento nos está hablando sobre todo, eso pasa mucho en Lima, hay una especie de adoración por lo extranjero, pero no cualquier extranjero. Del extranjero europeo, del extranjero norteamericano, del extranjero blanco. No es lo mismo que venga un haitiano a que venga un francés, un francés blanco, me refiero. Hay una adoración y se les cree todo, y son lo máximo, y llegan y son los reyes. ¿No? Una cosa así. De eso nos está hablando el cuento, este cuento de Adolph. ¿Y si no murieran? bueno, así hay muchísimos cuentos donde, donde hay estas historias que son historias de miedo muchas veces. Otras historias que son más bien más que de miedo, dramáticas. Otras que son juego. Pero siempre nos están hablando de algo que nos sucede, que nos sucede a las mujeres, que nos sucede como sociedad. Pero yo creo que a enriqueciéndola también con mitos. El mito del, acá en el Perú hay un mito muy famoso que es el mito de la de la Jarjacha, que es un ser monstruoso, medio llama, medio humano que nace de las relaciones sexuales incestuosas. Es un mito muy antiguo que viene de la época de la colonia, donde a raíz de las violaciones masivas que se hacían a las indígenas, no se sabía quién era tu hermano. ¿No? Porque eran, nacían hijos este de violaciones y no se sabía quién era tu hermano y era muy frecuente los incestos porque no se sabía. Entonces hay ese miedo al incesto, a con quién te vas a unir. Esa chica que te gusta, ese hombre que te gusta, puede ser tu hermano o puede ser tu primo, tu tío. Y entonces nacen estos mitos. Hay otro mito también peruano, muy interesante, que es el del Pishtaco, que es el blanco, que es un hombre barbado, blanco, que asalta los caminos para matar a la gente y extraerles la sangre, no- la grasa, la grasa. Y con eso hacen jabones y hacen negocio. El occidental que se aprovecha de tu sudor, de tu grasa, de tu fuerza, de alguna manera, y medra con eso, no?
AP: Qué bárbaro. Ahorita pensé, por ejemplo, en los campos de concentración con los judíos, una de las cosas es que hacían jabón, hacían las pantallas de las lámparas con la piel, y el jabón era, pues de la grasa de la gente. Qué interesante cómo dialogan estas violencias a nivel mundial y tenemos tantas maneras de, pues también de representarlas a través de estos mitos, no? Me parece que es muy interesante lo que está sucediendo con ustedes. Es como, como un despertar, porque hay espacios en donde se pueden publicar, no es que esté surgiendo ahorita, sino que se está haciendo visible de muchas escritoras y escritores que están escribiendo fantástico. Y la prueba está en la cantidad de antologías en donde tú has participado. Eso habla de una producción no nada más de género, de lo fantástico, sino en general de la literatura peruana, que a veces pensamos bueno, es que hay algo, hay algunas escritoras. No, es un campo cultural, un campo literario efervescente. Y bueno, a quienes están escuchando estamos platicando con Yeniva Fernández y los invito a que busquen. Tiene muchísimas antologías, hay muchas antologías donde ella ha publicado. Sus libros Trampas para incautos, Siete paseos por la niebla y Los ríos de Marte. ¿Cómo es que empiezas a escribir ya de manera publicada y de qué manera te has internacionalizado? Porque también has pertenecido, has estado en algunos congresos y eso pues crea también redes, verdad? Cuéntanos sobre esto.
YF: Bueno, al principio en antologías, en antologías porque creo que cuando uno empieza a publicar siempre es importante conocer a otros escritores. Y cuando a mí me invitaban a una antología, pues para mí lo más bonito era conocer a otros escritores que más o menos estábamos en la misma onda. Y eso, como tú dices, crea redes y ha creado muchos vínculos de amistad con gente de todo porque algunas eran antologías propiamente fantásticas. Otras eran antologías que se ponía un tema. Por ejemplo, no sé, se ponía un tema. Las mujeres por la independencia, por ejemplo, y se invitó a una serie de escritoras para que escriban sobre alguna heroína de la independencia del Perú. Entonces hubieron autoras de la selva, de la sierra, de todas escribiendo sobre determinada heroína y tú veías ahí un abanico que era desde el realismo, el fantástico, el noir de todo, o sea, hasta en infantil, no? Sobre sobre estas heroínas. Y sí, y es muy bonito esto de las antologías, porque aparte yo he sido una lectora de antologías pues durante muchísimo tiempo, porque las antologías lo que hacen es primero enfocarte en un tema que a ti te interesa y de ahí descubrir autores, no? Yo en las antologías he descubierto muchísimos autores. Justamente José Emilio Pacheco lo descubrí en una antología y de ahí ya comencé a seguirlo.
AP: Ah, qué bien! ¿Pues eso es una maravilla, no? Sí, las antologías son un gran medio para hacer visible, claro, muchos nombres y muchos temas, como bien dices. Platícanos sobre tu libro Los ríos de Marte. Ahí está muy interesante. Está además está seguido por Trampas para incautos. Cuéntanos cómo se da este libro primero y después movámonos hacia Trampas para incautos.
YF: Ah, pues mira, en realidad fue un poco un pedido de la editorial porque ellos después de Siete paseos por la niebla, pues querían otro libro y la verdad yo estoy siempre muy liada con los trabajos y entonces no tenía mucho tiempo y les dije bueno, tengo un cuento largo, que era Los ríos de Marte. Y me dijeron ya, está bien. Publicamos Los ríos de Marte y le agregamos el primer libro que tuvo muy poca difusión. Ya, genial, les dije, y así salió. Pero en realidad lo nuevo del libro es el cuento este que es un cuento largo que es Los ríos de Marte, que era lo único nuevo que tenía en ese tiempo.
AP: ¿Claro, ahora este libro se sitúa entre París y Perú y la referencia y una referencia muy interesante también al Comisario Maigret, que, bueno esta historia se entrelaza además con Emilia, no? Y bueno, hay varios desdoblamientos que creo que es una de las cosas que también está mucho en tu obra, no? El desdoblamiento. Cuéntanos sobre esto.
YF: Sí, sí, sí. A mí en el sistema me interesa muchísimo. Me interesa muchísimo porque creo que todos somos uno y muchos no. Y es una forma de expresar también las muchas aristas que tiene el ser humano. Y yo soy una gran lectora de noir también. A mí esos dos géneros me interesan mucho. Me interesa el noir y me interesa el fantástico. Entonces, y bueno, soy una fan de Simenon. Siempre he sido bueno, siempre, desde la adolescencia he leído a Simenon. Siempre me ha encantado. Me gusta más que Sherlock Holmes. Simenon me gusta porque me parece más humano, menos racional, es más intuitivo. Me gusta mucho Simenon. Y entonces yo quería hacerle un homenaje a Simenon y de allí, un día…mira, esto es bien curioso, porque yo para ese tiempo yo todavía no había viajado a Francia, pero me pasó algo bien curioso estando en México precisamente. Era la primera vez que yo había viajado a México y estaba caminando muy feliz ahí por entre Patriotismo y no me acuerdo cómo se llama la calle esta de Ciudad de México. Entre esas avenidas, salía de Loreto, del centro comercial Loreto. Bueno, salía de allí y estaba yo muy feliz caminando y me sentía muy feliz así, muy libre. Y sentí yo que como que, no sé, como si mis propias ataduras, mis propios ríos internos, como que como que brotara algo de mí, alguna libertad maravillosa. Me sentía muy, muy contenta andando sola en México, donde nadie me conocía, donde era todo totalmente nuevo. Además fue el primer viaje que yo hice fuera del Perú. Era el primer viaje. ¿El primer país que yo conocí fue México, entonces yo sentí todo esto y como que esa sensación siempre la guardé. Me pareció, no sé, fui feliz en ese momento, no? Y entonces guardé esa sensación y ya, ya muchos años después, ya estando en París, estaba caminando. Yo sí, pensando en los lugares que describen las novelas de Simenon. Ah, la conserjería, tal y tal, no? Y entonces volvió un poco la sensación que había sentido en México. Y dije este es esa libertad que uno necesita, no sé, para crear, para sentirse feliz. Y me lo regaló el paseo por México y me lo está regalando de nuevo aquí en París, el recuerdo de Simenon. Entonces, vale, hoy día voy a escribir algo, algo para él, en homenaje a Simenon, que fue mi héroe de adolescente. Entonces vine con esa idea y ya, ya fue a partir de esa idea, ya como que todo empezó a fluir bien rápido con ese cuento.
AP: Qué bien, qué bien. Pues felicidades por ese libro, por toda esta idea. También rendir homenaje a alguien que te ha marcado tanto me parece muy bueno y muy, muy justo y muy necesario. Las trampas para incautos. Acá estos son cuentos realistas. Son muy urbanos. Me imaginé ahorita en la escena que estás tú caminando en medio de la ciudad y el tráfico y todo, y pensé en lo urbano. Y pensé precisamente en que Trampas para incautos es eso, no? Es como habitar una ciudad. Cuéntanos acerca de este libro y cuéntanos acerca de cuáles son los temas que te inspiran a escribirlos de manera realista y cuáles son los temas que te inspiran a escribirlos de manera fantástica.
YF: Es que en realidad yo hubiera escrito, bueno por ahí todavía se me ocurren algunas cosas realistas, pero yo hubiera escrito toda mi obra en fantástico, con alguna que otra exploración realista. Porque mi imaginación va más por el lado, por ese lado, por el lado más bien lúdico, onírico, por allí más que más que por lo realista así, más llano, no? Lo mío va más por allí. Mi imaginación va, cuando pienso en no sé, cuando pienso en una, en una emoción, en un sentimiento. No sé. Pienso, por ejemplo, no sé, eh, eh. La culpa, por ejemplo. La culpa puede ser un pájaro negro que te sigue solo a ti, que aparece de repente siguiendo solamente a solamente a una chica.
AP: Me encanta esa imagen. Un pájaro negro que te sigue solo a ti y nadie más. Y es el sentimiento de culpa.
YF: Puede ser. Ahorita se me ha venido a la cabeza.
AP: Precioso, precioso. ¿Has pensado en escribir cuentos infantiles para niños?
YF: No. Yo pienso que es muy difícil. He tratado. Una vez quise porque tengo una sobrina chiquita y quise escribirle algo, pero no, creo que me salen cosas muy oscuras.
AP: ¿O sea que regresas a lo que es lo tuyo, no? Qué interesante. Y por otro lado, algo que me llamó mucho la atención cuando aprendí más sobre tu perfil, es que además eres bibliotecóloga. ¿A ver, cuéntanos qué es esto? ¿Cómo es que entraste a este ramo y qué es? ¿Cuáles son las satisfacciones que sale de hacer algo así?
YF: Mira, yo en realidad no escogí la carrera, un poco caí en la carrera porque yo quería estudiar literatura. Es que yo he andado de saltarina en varias carreras. Sí, sí. Primero estudié contabilidad, pero no me gustaba y quise cambiarme a literatura. Entonces, como era todo un drama porque yo llevaba ya varios años en contabilidad y era un drama porque se suponía que ya debía terminar la carrera, pero a mí no me gustaba nadita la contabilidad. Entonces dije no, pues ya demasiado. Yo me quiero cambiar a literatura porque es lo mío. Y me fui a celebrar con mis amigos todo antes de cambiarme, antes de ir a rellenar los datos para mi cambio a otra carrera, a literatura. Y me fui como dicen, de boleto, al día siguiente a rellenar mi cambio y todo. ¿Y cómo estaba? Pues porque había celebrado y todo. Además estaba nerviosa también porque, mis padres no sabían para ese momento, no? Y yo me acuerdo que en ese tiempo eran tarjetas, todavía eran tarjetas de esas como de computadora y este, eh, literatura era, hasta ahora no sé bien si literatura era 100 cero 37 o cero 31 y yo puse que me cambiaba el cero 31, que total resultó siendo bibliotecología. Pero mire, al principio sí fue un drama porque yo quería literatura y todo, pero tenía que estudiar. Para volverme a cambiar tenía que estudiar dos años de bibliotecología y después cambiarme. Ya no podía hacer eso, era demasiado. Entonces continué con la carrera y yo no puedo, o sea, si bien no es lo que yo elegí, no puedo yo dejar de estar muy agradecida a la carrera, a Bibliotecología y la experiencia más bonita, porque después ya me he dedicado a la bibliotecología, pero no en las ramas, este, no en las ramas, propiamente en bibliotecas, no? Sino más bien centros de información, de ingeniería, de cosas de energía, son diferentes. Pero cuando comencé nada más la carrera, hice prácticas en la Biblioteca Nacional y fue la experiencia como bibliotecóloga más bonita que yo tuve. Porque era yo estuve en la parte de desarrollo de colecciones, que era donde llegaba todo el material que se publicaba en el país. Llegaba a mis manos para yo hacer el ingreso de las colecciones y era totalmente hermoso ver todo lo que se hacía en el país y leer, sobre todo, porque yo me quedaba después de la de mi jornada de prácticas me quedaba allí leyendo hasta la noche, revisando las cosas que me interesaban, que habían llegado. Y era hermoso, era hermoso eso y además estar con bibliotecarios ya mayores que habían hecho atención al público y que tenían experiencias tan bonitas con atención al público. Y bueno, mi propia experiencia como lectora, no? Porque yo de niña, yo vengo de una familia muy pobre. En mi casa no había biblioteca, no había nada. Pero a mí me gustaba leer. ¿Entonces yo qué hacía? Me iba a la a la biblioteca de mi distrito. Entonces me iba caminando. Yo saliendo del colegio, me iba a la biblioteca del distrito y como iba siempre ,me hice muy amiga del bibliotecario yo no pedía, ya yo no llenaba mis fichas. El bibliotecario, en ese tiempo no habían estanterías abiertas, y el bibliotecario me decía “Ya, tú coge lo que quieras.” Y yo era feliz.
AP: Ay, qué paraíso. Llegabas a tu paraíso. Bueno para tu tranquilidad y para tu gusto, para mí los bibliotecarios son los que verdaderamente invitan a la lectura. Y para nosotros, la gente, los que hacemos un doctorado, o sea, el bibliotecario y el archivista puede hacer realmente que una disertación doctoral o una tesis de maestría salga o no salga. La guía de quienes saben y conocen las entrañas de una biblioteca es oro molido. Así que, bueno, pues qué gusto que hayas decidido por esa, por esa carrera. Cuéntanos un poco de tu círculo ahora como escritora, ¿Qué piensas de la escena literaria peruana, de la escena literaria limeña? Cuéntanos un poco sobre eso.
YF: Mira, lo interesante ahora es que hay muchas mujeres escribiendo y eso creo que pasa en todo el mundo, no? Creo que en América Latina creo que se siente más porque ha habido un tiempo en que como que hemos estado más bien como en los márgenes. Y ahora estamos, se está poniendo un poco los focos de luz en la literatura escrita por mujeres. Lo interesante es eso, es que en todas las regiones del país encuentras mujeres, ya no solo escribiendo poesía, que antes era como un clásico. La mujer escribiendo poesía, sobre todo en el Perú, era la mujer escribiendo poesía. Pero ahora lo que tú encuentras es mujeres escribiendo narrativa, muchísima narrativa escrita por mujeres y en todos los géneros y de mucha calidad. Y en el interior hay un movimiento fuerte en las regiones, igual que en el cine. En el cine también hay un movimiento fuerte en la, en la región de producción, de creación y como te digo, el movimiento de narrativa está bien fuerte y sobre todo, eh, la fortaleza de las mujeres, no?
AP: Claro, y los temas tan diversos, se ha deconstruido, se ha derrumbado por completo esa idea de que las escritoras se escriben todas del mismo tema. Hay una diversidad fascinante, no? Y si no, los invito a que entren a la página web de Hablemos, escritoras donde tenemos, imagínense nada más, ya llevamos más de 500 episodios, tenemos en la enciclopedia más de mil perfiles, tenemos en la biblioteca más de 3,000 sugerencias de libros y tenemos una serie de palabras claves en donde pueden ustedes ver la riqueza de temas. Bueno, pues muchísimas gracias por esta entrevista antes de que te deje ir, nada más cuéntanos brevemente en qué estás trabajando ahora.
YF: Ahora estoy escribiendo mi próximo libro, que también va a ser una mezcla de noir y fantástico, uniendo otra vez esos temas que me interesan. Y bueno, va a ser, no sé, tengo un cuento largo que tal vez sea una novela breve, todavía no lo sé, y un libro de cuentos.
AP: Oh, qué maravilla. Pues felicidades. Que vaya muy bien esas obras. Gracias por venir a Hablemos, escritoras.
YF: Gracias a ti.
AP: Pues les hemos presentado el día de hoy a Yeniva Fernández con esta bellísima conversación sobre el género fantástico, sobre la manera en la que ella usa este género para poder explorar la realidad. Y no se pierdan también escuchar la bellísima reseña que hace Valeria Rey de Castro inaugurando la sección Leamos.
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Yo soy Adriana Pacheco y ha sido un placer haber entrevistado el día de hoy a Yeniva Fernández y un gran gusto tenerlos a todos ustedes. Nos escuchamos en el próximo episodio y no dejen de visitar nuestra tienda en Libro FM para ver qué sugerencias de audiolibros tenemos, así como nuestra tienda Shop Escritoras Books en Bookshop. Nos escuchamos en el próximo episodio.