Animales difíciles (2025), de Rosa Montero, es la esperada conclusión de la trilogía protagonizada por la detective tecnohumana Bruna Husky, una de las heroínas más complejas y entrañables de la ciencia ficción en español. Ambientada en el Madrid de 2111, la novela arranca con un atentado en las instalaciones de una poderosa empresa tecnológica, Eternal, que pone a Bruna en el centro de una investigación tan peligrosa como personal. En esta entrega, la protagonista ya no es la implacable clon de combate de los primeros libros (Lágrimas en la lluvia, El peso del corazón y Los tiempos del odio), sino un androide de cálculo, físicamente debilitado, que debe redefinir quién es y qué lugar ocupa en un mundo que se desmorona. La trama policial se entrelaza con una profunda reflexión sobre la identidad, la memoria y la conciencia, en una era dominada por la inteligencia artificial y el miedo a la pérdida del control humano. Montero combina suspenso, emoción y pensamiento filosófico en una historia que, más allá del futuro distópico, habla del presente: de la manipulación informativa, del poder desmedido de la tecnología y de la fragilidad de los afectos. Escrita con su característica lucidez y ternura, Animales difíciles es tanto un thriller apasionante como una meditación sobre el sentido de la vida y la inevitabilidad del tiempo, un cierre brillante para una saga que redefine el género y confirma a Rosa Montero como una de las grandes narradoras del desasosiego contemporáneo.