Con una mirada crítica, plagada de humor pero también sensibilidad y esperanza, Adriana González Mateos retrata los avatares de artistas, escritores, anarquistas, chefs, ejecutivos y obreros, inmigrantes o no, que se organizan, protestan y delinean el perfil de la ciudad, al tiempo que habla sobre cine, literatura, comida, teoría queer... Se trata, en ocasiones , de relatos personalísimos donde se desvela como pareja y mujer; y, en otras, de ejercicios periodísticos que plasman desde la lucha de mujeres violentadas, antes y después de convertirse en migrantes, hasta las consecuencias sociales de los ataques del 9/11. Son las crónicas de una ciudad donde el inglés es la lengua oficia, aunque ésta sólo sirve como un andén del subway: "para pisar el lugar común que permite funcionar pero no puede considerarse nunca ni del todo hogar de nadie.