Hablemos, escritoras.

Nosotras

Silvia N. Barei · Alción Editora · 2020 · 119 pp

Poesía

Si una fuera consciente todo el tiempo de la muerte, la desilusión, las contradicciones, la ambigüedad, las múltiples ínfimas o enormes derrotas cotidianas,  entonces viviría en eterno estado poético y esto es imposible. Leer poesía es posible y necesario. ¿Y para qué  sostener esa «aplastante lucidez»? Para dejar caer los brazos sin resistencia y salvarse. Aceptar el naufragio y vivir la felicidad que se aloja en los espacios mínimos  cotidianos. Derrotadas la razón y la inocencia,  el poder en manos de la ignorancia, los lobos asesinos acechando, perdida la fe en el corazón humano, solo queda la poesía como ceremonia de purificación. Los versos profundos de este animal ciego nos rescatan y nos dejan ver mejor, terminando de arrojar el velo que nos cubre todavía, de vez en cuando.