Un hombre y una mujer son uno.
Un hombre y una mujer y un mirlo son uno.
Un hombre y una mujer y un jarro de almíbar de arce y una zapatilla vieja y una estatua romana son uno.
Una mujer y su imaginación son uno.
Para mí es imposible escribir sobre la imaginación; es como pedirle a un pez que describa el mar.