Cada quien tiene su Rulfo privado. El mío, mi Rulfo mío de mí, está tan interesado en producir una obra como preocupado por ganarse la vida. «Lo que pasa es que yo trabajo» , dijo alguna vez. En efecto, eso es lo que pasaba. Sus empleos en la iniciativa privada y en el gobierno federal lo llevaron por largas carreteras y por áreas del país que la modernidad alemanista exploraba sin cesar con el fin de identificar y explorar sus recursos naturales. Seguir sus huellas, eso es lo que hace este libro viajero que va del ensayo al cuento, de la crónica al experimento visual, mientras se mueve de los valles del centro hacia las montañas que cruzan el estado de Oaxaca. «¿Qué país es éste, Agripina?», la pregunta que el maestro rural le lanza a su esposa al llegar a Luvina -ese pueblo zapoteco encaramado en la sierra norte-, sigue siendo tan válida hoy como entonces. Tal vez uno emprende un viaje así - a veces en auto y muchas veces a pie- para intentar, si no responderla, por lo menos plantearla otra vez, una vez más, en medio de la violencia que nos circunda.