En Vaca sagrada el argumento gira en torno del cuerpo y de la sangre, dos signos que son frecuentes en la narrativa de Eltit. La autora así lo explica: "La sangre estaba asociada a la muerte y a la épica, el héroe que sangra en la guerra. Pero el cuerpo que sangra en la cultura es el femenino. El cuerpo cíclico y esa sangre ha sido oprimida por la cultura, vista como un menos, no como un poder... no importa como qué.