Quiara Alegría Hudes era la niña de ojos penetrantes que permanecía resguardada en las escaleras de la casa de su abuela en el norte de Filadelfia mientras observaba a su familia bailar en su estrecha cocina. Le maravillaban sus tías, tíos y primos, pero vivía aterrada por los secretos de la familia y las historias ocultas del barrio—todo esto mientras intentaba encontrar su propia voz entre el mar de lenguajes que la rodeaban, tanto en el habla como por escrito: inglés y español, cuerpos y libros, arte occidental y altares sagrados. Su familia se convirtió en su panteón privado, un círculo de poderosas mujeres parecidas a orishas con trágicas heridas del mundo real, y se comprometió a contar sus historias, pero primero tendría que bajarse de las escaleras y unirse al baile. Tendría que encontrar su propio lenguaje.
Tejiendo el amor de Hudes por los libros con las historias de su familia, las lecciones aprendidas en el norte de Filadelfia y aquellas adquiridas en la universidad de Yale, esta es una exploración del hogar, la memoria y la pertenencia, narrada por una niña obsesionada que luchó por convertirse en artista para poder capturar el mundo que amaba en toda su belleza, delicada y salvaje.