Con ácido impulso y humor tierno, Luisa Valenzuela realiza un profundo retrato de la intimidad de fines del siglo XX, como si investigara los espacios invisibles que unen a las personas en los sitios más inesperados. A su vez, registra el pasaje del tiempo (la extrañeza, el descubrimiento) en aquellos que se fueron del país portando un secreto, y volvieron distintos, sin olvidar nada de lo que perdieron. Nueva York y Buenos Aires son los escenarios reales de esta travesía literaria, interiores y exteriores de una mujer que hace de la antropología su carrera y su espejo multiplicador. Los espacios privados se despliegan en el anonimato de las ciudades, desde el Greenwich Village a la Plaza del Congreso en Buenos Aires, postales de una novela que se convierte –del corazón a la calle- en mapa móvil de una mujer audaz. La Travesía no se priva de ninguna intensidad y consagra a su autora como una de las plumas más lúcidas, lúdicas y voluptuosas de América Latina.