He aquí poemas provenientes de los bordes de la cartografía nacional: Misiones. Como ha señalado Ana Camblong, en el hábitat fronterizo misionero las diferencias, la diversidad y los mestizajes constituyen el pan nuestro de cada día: tensiones ideológicas, prejuicios y estigmas se entrelazan con simpatías ancestrales, afecto comunitario e idiosincrasia local. Esa compleja cosmovisión es el sustrato de la palabra de Rosita Escalada Salvo, que en la cocina de su escritura, a lo largo de más de treinta años, preparó este banquete para que el pasado y el presente, los ausentes y los que están en camino compartan la mesa, que se agranda y se reduce según la medida de las circunstancias. La naturaleza, los paisajes, las emociones, las injusticias sociales, la historia individual y colectiva se sirven maceradas en una sensibilidad nutricia. Poesía situada; poesía de allá ité.