Cristina, una abogada de clase media colombiana pierde su empleo y decide emigrar a Nueva York para buscar trabajo y aprender inglés. Sin embargo, su vida neoyorquina no es lo que esperaba: duerme en un camarote que comparte con un niño de ocho años, no tiene papeles y limpia apartamentos de familias adineradas para sobrevivir. A modo de diario, esta divertida novela da cuenta de los universos imaginarios que la protagonista construye en cada una de las casas que limpia, así como de sus avances en un idioma que no termina de dominar. La correspondencia que mantiene con su familia se presenta como un reflejo de la soledad de los inmigrantes y como una certera aproximación a una ciudad tan difícil como encantadora.