Con la lectura de su poema «La colina que ascendemos» en la ceremonia de investidura del presidente Biden, la joven Amanda Gorman ofreció a un mundo herido un nuevo lenguaje de esperanza. En Mi nombre es nosotros, la autora explora la memoria, el dolor y la identidad, y parte de la reciente experiencia colectiva de la pandemia para tratar de arrojar luz sobre el futuro. Sus versos nos hablan de marginalidad, crisis climática, justicia social, desigualdad y racismo, pero también del poder del cambio, que está al alcance de todos nosotros.
Con su primer poemario, Gorman se revela como la voz fresca, vigorosa e inspiradora de la resistencia moral que inaugura una nueva era en la poesía y en la sociedad.