Desde la mirada de la sensualidad, la nostalgia y el recuerdo, Que no se vaya el viento nos sumerge en las sensaciones de quien espera, de quien recuerda, de quien siente. Este poemario está lleno de intimidad y se divide en siete apartados con ejes definidos e intercomunicados por las emociones que contienen, es el viaje, un barco movido por el viento, la ruta de la memoria y de la vida.