Versos tomados de canciones chilenas inspiran, presentan e impulsan varios pasajes de este libro, compuesto por textos que demuestran que incluso miradas de especialidad y origen distantes entre sí pueden tener una convincente referencia común a un flujo de poesía cantada y a reflexiones con buen ritmo, esencial a nuestra cultura popular. Ese cruce entre pensamiento y canción, entre la elaboración propia y la síntesis ajena, no es el único estímulo en la lectura, pero de todos modos resulta elocuente del desprejuicio y fuerza que guía al libro completo. Hay hondura y hay provocación en los permisos que cada autor se da para dejar ideas nuevas de consulta, con una viva invitación a textos por venir.