La estructura de La compañía consta de dos partes: La primera es una novela gráfica en la que se narra, a manera de profecía o premonición, la irrupción de una empresa minera en un poblado del bajío mexicano. De manera sutil, nombrándola sólo como La Compañía, el texto apela directamente al lector para advertirle sobre las consecuencias que acarreará en su vida cotidiana alojar a este nuevo ente. Violenta, demandante y acechante, La Compañía borrará toda posibilidad de tranquilidad en el poblado. Este relato avanza a la par de una serie de fotografías tomadas por la autora durante un viaje a San Felipe Nuevo Mercurio, Zacatecas, donde una mina abandonada y en ruinas ronda la memoria colectiva; las imágenes en alto contraste convierten el paisaje (aparentemente en calma) en una textura enrarecida, a veces monstruosa, y completan la construcción de un ambiente amenazante. Por otro lado, el segundo apartado del libro ofrece un collage de testimonios, reportes de corte científico, investigaciones y entrevistas con los que se reconstruye la historia de Nuevo Mercurio desde distintas perspectivas. Con modificaciones mínimas, a partir de estos fragmentos Gerber Bicecci da forma a un texto extractivista: la escritura es resultado de la apropiación de fuentes existentes y ofrece una reflexión formal y conceptual sobre los procesos de acumulación y despojo que las comunidades mexicanas sufren en nombre de una idea excluyente de desarrollo.