¿Dónde empieza y acaba el mundo?, parece preguntarse Cristina Rascón en este libro de crónicas viajeras –¿existen acaso las que no lo sean?– que abarca un continente siempre en llamas. De Salvador de Bahía al mar de Cortés, de los ríos de Sinaloa a los de Argentina, de Puerto Peñasco a la Patagonia, del desierto de Atacama al de Altar, de dentro hacia afuera y viceversa, de la realidad mágica al realismo sucio, Mi Patagonia es un viaje interminable en el que el constante movimiento echa raíces, los aeropuertos son hogar y la exquisita prosa de la autora se convierte en una geografía apasionante en la que su yo dialoga con la otredad para entender quiénes somos, en dónde estamos y en qué nos hemos convertido.