Si algo ha caracterizado a la literatura de la frontera es la riqueza en temas, hibridez de géneros y estilos. Escritoras como Marlon PV buscan poner la mirada en ese entrecruce en ir mucho más allá del texto. Hoy esta escritora tijuanense reconocida en New Narrative Natives por The Front Arte y Cultura (2021) y parte del master class de poesía impartido por el poeta David Huerta en Under The Volcano (Tepoztlán, 2021) es un perfecto ejemplo. Fue curadora del programa de radio Be a loud poem, en Nett Nett Radio (Tijuana, 2021). Vengan a escucharla a hablar del "no futuro" de la cancelación del futuro", de la normalización de la explotación por el sistema, de "Mujeres de color de la tierra", de su pieza "Mi casa es punk" y el proyecto "Migrar oro en tierra invisible" que son diálogos con mujeres migrantes en los centros de refugio en la frontera, de su espacio de radio “Be a Loud Poem”
¿Qué tal? Bienvenidos a Hablemos escritoras el día de hoy y ya en preparación a nuestro viaje a San Diego, California, en la cuarta parada de nuestro Tour, las cuatro esquinas tenemos el gusto de recibir la escritora de Tijuana, Marlon PV. Ella es licenciada en lengua y literatura de Hispanoamérica por la Universidad Autónoma de Baja California. Ha publicado El incendio que habitan. Antología de mujeres en Baja California y la fassina, Mujeres de color de Tierra y Novísimas. Antología de poetas mexicanas por la editorial los libros de perro, que coordina la inigualable Zel Cabrera.
Soy Adriana Pacheco y me da muchísimo gusto recibirlos una vez más en ese micrófono. No olviden visitar nuestra página www.hablemosescritoras.org, en donde tenemos la enciclopedia y el podcast más grande hasta el momento, especializado en la obra de escritoras de Latinoamérica, España, el Caribe y los Estados Unidos. Visiten nuestra página también para ver los links para nuestro maravilloso primer audiolibro Andor, de la escritora venezolana Raquel Abend van Dalen y si viven en la Unión Americana, vayan a nuestra tienda Shop escritoras en donde encontrarán cientos y cientos de libros maravillosos de todas esas escritoras. Pónganse cómodos, disfrutemos la presencia de Marlon PV.
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APR: Pues sí, ¿qué les parece para cuando ustedes escuchen este audio, ya nos fuimos a San Diego y ya regresamos? Y eso, bueno, me tiene feliz, pero hoy precisamente estamos empacando las maletas llenándolas de libros que se van a ir hasta California, en donde voy a tener el gusto de conocer a Marlon PV, así son las iniciales de su apellido. Ahorita nos va a platicar un poquito sobre ese nombre. Marlon, bienvenida y muchas gracias por sumarte, hablamos escritora.
Marlon PV: Adriana, muchas gracias por este recibimiento. Estoy muy feliz de estar aquí en este espacio que es necesario para continuar hablando sobre cómo escribir desde nuestra esfera personal e ir tejiendo con otras escritoras, traductoras, colectivos y artistas que han sido entrevistadas por ti. Y bueno, que a su vez también comparten el oficio escritural. Muchas gracias por recibirme.
APR: Al contrario, al contrario, estoy encantada porque el perfil que tienes va a redondear muchísimo las conversaciones que hemos tenido con otras escritoras que también son tan diversas. Además, hacen tanto entrecruce entre un género y el otro, así que maravilloso. Tú vienes de una región en el norte de México, que es la frontera norte de México y diríamos que es la franja sur de los Estados Unidos, que es Tijuana. Una zona que tiene muchísima historia, muchísimas cosas importantes en cuestión política, en cuestión social, en cuestión migratoria. Cuéntanos de esta Tijuana que va a ser muy interesante que aprendamos de ustedes.
Marlon PV: Efectivamente, es una región un tanto contrastada, diría yo en mi experiencia como tijuanense, que es parte de la segunda generación de mi familia que, a su vez, y como muchas familias de aquí de Tijuana, está conformada por un pasado y un presente migrante, pues es como la de cualquier persona que vive en Tijuana, es decir, tener una frontera física que define y que permea no solamente nuestro trabajo como artistas o como escritores, sino también en cómo la vivimos diariamente. Entonces yo creo que la frontera física puede representar muchísimas cosas desde un impacto político muy fuerte, especialmente para los extranjeros que vienen aquí. A Tijuana hay que estudiarla como un fenómeno cultural que es tan único en el sentido de que es una de las fronteras más transitadas, incluso la más transitada del mundo, pero también puede ser indiferencia. Hay muchas personas que nunca han cruzado o que no persiguen, digamos estos llamados “sueños americanos”, no están interesados en cruzar. Y bueno, también. Creo que mi experiencia ha sido de mucho privilegio en el sentido en el que tengo una identidad con la cual puedo cruzar, ir y venir a través de esta frontera. Esto yo lo considero como un privilegio, porque no todos lo tienen, no todos tienen la oportunidad de hacerlo e incluso en nuestro presente hay una situación política muy, pues muy extenuante y sobre todo muy caótica. En ese sentido.
APR: Sí, lo lamentamos muchísimo, es impresionante lo que ahorita está sucediendo en la frontera.
Marlon PV: Claro, o sea, digo, no es algo nuevo y lamentablemente, pero se ha incrementado desde 2018 para acá ha sido como un fenómeno bastante recurrente y que nos agobia a todos en muchos sentidos. Y se disparan también muchos discursos alrededor de esto y creo que es importante traerlo a la mesa. Entonces como fronteriza, que también es una distinción muy propia y también muy singular en una relación con el centro del país, por ejemplo, pues es totalmente distinta, no solamente con el hecho de cruzar sino también en cómo se conciben las formas en las cuales consumimos culturalmente. No estamos más apegados a Estados Unidos y de alguna manera, hubo un proceso y hablo en pasado porque ya algunos teóricos se han encargado un poco de tratar delimitar quienes somos, la identidad de Tijuana del Tijuanense. Entonces ya transfigurada por los años noventas con algunos escritores como Rafa Saavedra, por ejemplo, que él le daba como un sentido un poco más arraigado al estar aquí en Tijuana desde la juventud y pues bueno, ahora nos toca a otras generaciones también un poco dialogarlo. Y quisiera continuar hablando de este privilegio que es él cruzar a Estados Unidos porque todas las experiencias en vivir en fronteras son bien distintas unas de otras. Tengo amigos amigas que tienen este privilegio de no solamente haber cruzado hacia Estados Unidos para hacer alguna compra, etcétera, sino también que tienen un contacto cultural con Estados Unidos y es algo muy distinto a lo que me pasó a mí, porque yo fui educada de alguna manera en la cual se veía el cruce fronterizo como una mera transacción, ir a comprar a Estados Unidos, cerca de muy, muy cerca de la frontera en San Isidro y regresar era exclusivamente a lo que íbamos.
Entonces, pues es una situación muy distinta a la cual otros compañeros otras personas se han acercado a la frontera. Es decir, algunos han estudiado allá, otros han ido a diferentes partes, como Los Ángeles, que son la cosa como muy común. Aquí se dice que toda la gente de Tijuana tiene un primo en Los Ángeles, entonces. Vamos a estar en conexión, esta conexión de estar en un país, pues tan cerca de Estados Unidos, pero también las necesidades que tiene México, por ejemplo, en cooperación con Estados Unidos y viceversa, y qué es tan problemático, pero también tan interesante de explorar. Yo tengo unos años apenas que renové mi Visa, tuve como 10 años sin cruzar a Estados Unidos. Y lo que viene de esta interacción con Estados Unidos viene de una forma bien distinta, es comenzar a tener vínculos con artistas de allá. Empezar a exponer mi propia obra en galerías de Estados Unidos, ir por primera vez a Los Ángeles, ir por primera vez a centros culturales, que es una cosa que no tenía en mi infancia, en mi niñez. Entonces esta aproximación ya de adulta pues deviene en otras reflexiones, pues muy interesantes. Y bueno, en ese sentido, también quise delegar, que fue una oportunidad, incluso tener una beca en una de las instituciones públicas en Estados Unidos, la cual me permitió aterrizar la temática de frontera en ejercicio como poeta y como artista.
Entonces, pues eso es mi relación con la frontera. He tratado de estudiarlo en los últimos años porque si te soy honesta, en los primeros años de la universidad, yo lo que menos quería era hablar de la frontera. Yo quería extender a otros intereses un poco más universales, digamos y bueno, tenía este statement, de decir “No quiero hablar de una frontera, quiero hablar de temas un poco más introspectivos un poco más existenciales, quizás ontológicos, etcétera”, pero la verdad es que es imposible no voltear a ver la frontera física y todo lo que deviene de ella entonces, pues así inicia un poco mi reflexión con esto.
APR: Buenísimo, buenísimo, me encanta. Fíjate que cuando anunciamos el programa de mes de junio, Criseida Santos Guevara —que está dentro del podcast también y es una escritora a la que yo respeto mucho— nos dio like y me dio mucho gusto porque pensé en ella también como escritora fronteriza, Claro, en el estado de Nuevo León y me gusta mucho, como de alguna manera siempre están pendientes de todo lo que está pasando.
Y bueno, pues esa posibilidad de la Visa es la que te va a permitir estar en San Diego con todas las demás en esta bellísima lectura que vamos a hacer en la Librería de Coronado y que vamos a estar ahí juntas con otras escritoras de la zona. Una de las cosas que quisiera yo preguntarte en este momento es tu nombre, tú eres Marlon PV que son las siglas de Pérez Velasco. ¿Así es como te llamas artísticamente, verdad?
Marlon PV: Sí es así, es como firmó todos mis textos, todas las obras que tengo, que también se salen un poco de la hoja y que exploran otras disciplinas, pero fue una suerte de juego. En realidad, el nombre es finalizado, pero no es tan interesante la historia detrás del nombre en realidad simplemente es una forma de no estancarse en el género. Entonces es interesante porque muchas de las personas que me conocen y que me presento como tal o cual, pues hay un tanto de desconcierto en eso. Creo que también es para hablarlo un poco de mi trabajo, porque puede llegar a ser incluso incómodo. La forma en la cual se consume no a veces es muy amorosa, a veces es un tanto caótica, no como en la misma ciudad de Tijuana. Es entonces, creo, que por ahí esa ambigüedad está alrededor de este nombre.
APR: Claro, magnifico, bueno, tú tienes estudios en literatura, pero mucho de tu trabajo es visual y obviamente hay muchísimas escritoras en las que pensé cuando estaba preparando esta entrevista como Rocío Cerón, por ejemplo, o Mónica Nepote. Bueno, hay tantas. Carla, Faesler que han hecho esta intersección tan linda y tan poderosa. ¿Cómo se entrecruzan estos dos campos en tu trabajo?
Marlon PV: Pues quiero decir antes de entrar un poco en esta pregunta que admiro muchísimo a esas escritoras que acabas de mencionar y me gustaría también agregar el nombre de Verónica Gerber, que sé que también estuvo en tu programa y que ha influenciado indiscutiblemente en mi trabajo. Por ella estuve como esta inquietud de pasar mi poesía escrita a algo más sexual que yo no sabía que existía y con lo cual me he sentido plena en este ejercicio. Y bueno, este interés surge de la infelicidad de estar en una escuela de literatura. Y lo digo con mucho dejo y con mucho respeto, porque bueno, cuando era un poco más joven renegaba de esa formación en literatura, por cómo es que se accedía a esa forma arcaica de enaltecer la figura del poeta del escritor. Entonces para mí fue una fue un proceso muy, muy caótico, en el sentido de que rellené la de la disciplina como tal. Y entonces la estatura y la poesía ya lo entendí mucho después no tenían que ver con estas apropiaciones que los escritores hacían de ella o esta caricatura que de alguna manera hablaban del poeta con mayúsculas. Entonces nunca encontré mi lugar como tal y la escuela en su programa no ofrecía alternativas que fueran un poco más allá, creativas en términos visuales. Para esto yo no sabía que era un caligrama, por ejemplo, hasta que lo encontré muchísimo después y entonces me di cuenta de que ciertas vanguardias de la primera mitad del siglo 20 exploraban toda esta parte tan interesante que eran los sonidos. Todo lo visual, pero más allá de eso, la reflexión más abstracta que tiene que ver con la poesía y sus imágenes. Creo que eso es lo que más me llamó la atención. Entonces empecé a seguir a muchos de los artistas que ahora pues son parte también de estos motivos por los cuales estoy explorando en este momento mi trabajo, pero también tuve cercanía y como un acercamiento a artistas de aquí de la frontera que están haciendo cosas políticas que tienen esta valentía de hablar de ciertos temas políticos que también me apasionan. Y sé que era literatura, lo están haciendo. Sin embargo, hay un interés muy particular en mí por crear imágenes y una narrativa que vaya acompañada de sonidos y que explora un poco más eso. Porque también una de mis inquietudes es la música y es un tema, es una disciplina que yo he podido concretar por X número de motivos y entonces encuentro que en esta exploración puedo hacer muchas cosas, desde la experimentación sonora a partir de un texto hasta cantar en algunas piezas, no y bueno, todo esto con un centro que es la poesía.
APR: Qué maravilla preciosísima tu respuesta y estas ideas de poner sobre la mesa temas políticos a través de la poesía, pues es tu idea de futuro “el futuro perdido”. Tienes una instalación ahí muy interesante, una pieza visual y sonora muy interesante que concreta mucho de lo que acabas de decir, y cómo esta explotación de los sujetos bajo el sistema capitalista, como lo dices en la descripción, sucede. Muy interesante. Cuéntanos brevemente esta idea que tienes acerca de “sin futuro” o mejor decir “no futuro”.
Marlon PV: Sí, tú esta idea del no futuro, ojalá se me hubiera ocurrido a mí, pero no soy tan prolífica. En el sentido fue, pues, una inquietud que tuve durante el encierro durante la pandemia que a todas nos obligó a ponerle pausa a nuestra vida cotidiana y nos hizo reflexionar, pensar, expresarnos, sentir ansiedad, tener contacto con humanos solamente a través de las computadoras, etcétera. Entonces me puse a leer específicamente a un filósofo inglés que se llamó Mark Fisher y que dedicó parte de su vida sobre los acontecimientos políticos y culturales de hace alrededor de su contexto. Entonces hablaba de música de shows de televisión inmersos en el capitalismo y hacia una crítica muy puntual a todo esto, con esta premisa del “no futuro” o más bien con la lenta cancelación del futuro que retoma a su vez de otro teórico que se llamó que se llama este Bifo Berardi. Y bueno, con esto quiero decir que en lo futuro, específicamente en este contexto, es una tensión dialéctica entre el pasado y el futuro de ciertas generaciones, es decir, pensar que una generación que es un poco más grande, piensa que todo pasado fue mejor. Y entonces, se pone a voltear, a ver todas las condiciones en las cuales se están gestando las nuevas generaciones. Y entonces estas generaciones tienen síntomas de todo lo que está pasando con el capitalismo. Por ejemplo, yo pensaba que una de las cosas más crueles con las cuales te castiga el capitalismo es con el tiempo. Entonces parte de esa reflexión, pues lo veo en mi vida diaria en Tijuana e incluso podemos hacer un paralelismo con estos acontecimientos que suceden en frontera, como en la Ciudad de México y seguramente con otras partes del mundo. Vemos a estos seres, a estas personas cansadas de estar transbordando, de un medio de transporte a otro, largas filas para accesar a diferentes espacios públicos, también, el trasladarse ese tiempo que no se está remunerando con nada más que con el cansancio y con otras sé tratar de recuperarlo. Y entonces es lo que menos tenemos: el tiempo. Reflexioné a partir del “no futuro” y en lo futuro es para mí eso que no hay una alternativa, que estamos condenados a vivir en un sistema del cual no hay salida. Y bueno, el capitalismo atraviesa varios planos en mi generación que también toco en mis poemas. Por ejemplo, no tener prestaciones. Vivir en ciertas zonas de privilegio, sobrevivir el tiempo que era lo que te mencionado anteriormente, el castigo por la precaria, la productividad, también como una forma de ejercer presión sobre nuestros cuerpos, los cuerpos enfermos que son producto del capitalismo, todas esas ansiedades, todo esto que estamos también dialogando un poco en redes sociales, pero que también las redes sociales lo producen y es un tanto paradójico. Y bueno, también pienso en la explotación del espacio doméstico en relación a las mujeres, que es un tema que también toca Silvia Federici en muchos de sus reflexiones de sus libros. Y también pienso en el capitalismo, en la religión en conjunto para desplazar a estas mujeres que comparten ciertos saberes que en determinada época de la vida. Entonces toda esa reflexión del “no futuro” y pensar que estamos condenados. Y todo esto me hace escribir un libro que se llama La casa invisible que todavía sigue ahí guardadito, no le he encontrado casa, pero tiene que ver específicamente con cómo es qué concebimos la casa, no solamente en el plano social y político, es decir, todo lo que deviene de ella: las rentas súper caras, las zonas, la precariedad y todo esto, sino también hacer ejercicios muy abstractos que se parecen un poco también a estas reflexiones que hacía Ulises Carrión con “El chisme” y bueno, a través de un concepto. Entonces ¿qué es lo que deviene en la casa? ¿Cómo se puede jugar con ella en esos términos? Y bueno, a partir de ahí también surgen ciertas inquietudes, por ejemplo, hablar del tiempo, hablar de la casa, hablar de que no hay futuro, de que puede romperse. Y bueno, en ese sentido hago varios poemas respecto a eso y tengo uno que se llama “No future” y que si me permites, lo puedo leer para entender un poquito más en lo que estoy platicando. El texto se titula
“No future”
La casa al igual que el tiempo
está agrietada,
detenida en una fotografía
eternamente expuesta,
mientras sus cimientos
se aferran a la inmovilidad,
la vida atraviesa sus caras
como proyectiles;
hay un movimiento perpetuo
al asomo de la ventana
y es tan seductor que,
en la embriaguez de un sueño,
deliro profecías del pasado;
eclipsan los tiempos,
y el futuro es hoy,
no puede romperse
ni alejarse dos pasos adelante,
el futuro me alcanzó
y yo, junto a la casa,
desapareceré.
APR: ¿Esa lectura precisamente es la que tienes en la pieza visual y sonora, verdad? ¿Parte de esto?
Marlon PV: Esto específicamente no, pero se enlaza con toda esta temática del “no futuro” y todo de todo, de los futuros perdidos que retomo de marcha. Los otros dos poemas tienen que ver el primero con una exploración de la figura del antihéroe en películas de ciencia ficción y que también son un paralelismo en los anteriores de las novelas. Entonces el primer poema que está en esta exploración sonora habla de qué pasaría si a estos antihéroes a los cuales se les da una función o algo por cumplir una meta por cumplir, deciden bajarse del barco. El otro poema tiene que ver con cómo es que el capitalismo nos castiga con el tiempo y con muchas otras cosas. Este poema se llama “Yes Mister, nos están matando” y si me permites puedo leer para ampliar un poco más la conversación en relación a este tema.
APR: Me encanta, Claro que si adelante.
Marlon PV: Y es “Mister, nos están matando”.
No creo que sepan que nos están matando en la fila del Calimax
en esa espera cotidiana que meticulosamente agrega el IVA del tiempo
remarca los fracasos y las manías irreversibles
en cada uña que mordemos
Si supieran que nos están matando mi otro yo no resistiría
las inagotables ganas por dar clic a una cámara lenta
y apuntar con un revólver imaginario a la cajera:
¡Que alguien le diga que no haga corte de caja ahora que no hay tiempo!
Soy esta que observan en la fila del Oxxo
a quien se le cae el rostro a pedazos entre el
estrecho asfixiante pasillo de galletas y Cloralex
a quien involuntariamente se le mueve la pierna con rapidez
para contener el volumen de este no-lugar
¡Estoy rodeada de mensajes!
Me circundan e intentan matarme:
Compra estos chocolates
Necesitas los cigarros para la ansiedad pero antes
el depósito o el pago del recibo
¿Puede repetirme el número de tarjeta?
Habrá un cobro de 10 pesos, ¿está de acuerdo?
Le falta un dígito señor
¡Le falta voluntad señora!
dice el cajero y yo levanto los brazos:
¡Me rindo! ¡Me rindo!
Y a nadie que esté en la fila le importa mi deserción
porque nunca nos han dicho a la cara que nos están matando
Exceso de azúcares, ¡ruega por él!
Pepto bismol, ¡ruega por ella!
Diclofenaco, ¡ruega por nosotres!
Riopan, ¡sálvales!
Gelmicin, ¡sálvanos!
Farmacias similares, ¡ten piedad de nosotres y del mundo entero!
Soriana, ¡ten piedad de nosotres y del mundo entero!
¿Qué es lo que en el fondo nos enciende?
¿Somos las causas o los efectos?
No creo que sepan que nos están matando
Y por ahora no me lo tomo en serio
pues sé que la impulsividad es la peor de las catástrofes.
APR: Magnífico, qué fuerte, qué maravillosamente fuerte, qué visual, qué frontal, qué detallado. Qué increíble que no vea uno ciertas cosas y las estás viendo ahí de claras, increíble, de verdad me gustó muchísimo esta imagen de esta persona ahí atrapada y obviamente lo el la letanía me parece fantástico.
Pues felicidades. Felicidades por eso que estás haciendo. Tienes otro proyecto muy pero muy interesante. “Mujeres de color de la Tierra”.
Marlon PV: Pues sí.
APR: Y ahí pensé muchísimo en lo que ha dicho Cristina Rivera Garza y Viviana Abenshushan de todo este trabajo en comunidad y la desapropiación de la escritura, qué es lo que tú estás haciendo cuando tú dices “salirte de la página”. Me parece que es esa extensión, no desaprovechamos la escritura, no la hacemos nada más de un modo o de uno solo, no? Acá tienes en este trabajo, me imagino que un grupo, una resonancia, una comunidad en donde están trabajando, en donde se están involucrando a otros artistas. Cuéntanos de “Mujeres de color de la Tierra”.
Marlon PV: Claro que sí. Adriana, muchas gracias por traerlo también a la mesa, porque “Mujeres del color de la Tierra me parece un proyecto fantástico. Es un proyecto de una poeta, artista y muchas capas se le pueden agregar a su gestión, que se llama Miriam García Aguirre. Y bueno, ella tiene como premisa, hacer comunidad entre mujeres, que es una cosa que comparto también con ella y me invitó a participar en la primera, francina, en donde reúne trabajos poemas de muchas escritoras y artistas de la región de aquí, de Tijuana y incluso de San Diego. Y en esa exposición, porque después fue una exposición, tuve la oportunidad de presentar por segunda ocasión mi proyecto “Migrar oro en tierra invisible”. “Migrar oro en tierra invisible” nace de este programa de educación en el cual me eligen esta beca en San Isidro y entonces hacen una convocatoria para que artistas de la región de San Diego y Tijuana hablen acerca de situaciones de temas relacionados con la frontera. Entonces este fue mi primer acercamiento con temática de frontera, en el que puede explorar muy detenidamente la migración. Y bueno, es una cosa que también comparto con Miriam García, directora de este proyecto de “Mujeres del color de la Tierra” porque ella también tiene trabajos relacionados con la migración, con los objetos migrados cómo la comida, también es un aspecto importante en la región y cómo es que se va tejiendo los saberes ancestrales de la comida y dame un resultado que es esta multiculturalidad en los sabores y los saberes también compartidos. Entonces, muy afín a nuestra relación con las temáticas.
Y regresando un poco a “Migrar oro en tierra invisible”, nace de una conceptualización que tiene que ver con ir a dar talleres a mujeres migrantes que están en un albergue y que es un albergue exclusivo de mujeres y de infancias. Y la pregunta de todo el concepto ¿si es que existe o se puede hacer comunidad entre mujeres migrantes? Y entonces me encontré con un sinfín de cosas. Yo en realidad no sabía qué esperar con estos planteamientos, como casi todos los proyectos empiezan así, terminan siendo otra cosa. Y bueno, este acto de escucha, de escucharlos me pareció muy importante era el tributo que yo podía ofrecerles a estas mujeres que habían pasado, por tanto, que han pasado por las violencias más terribles, en su camino hacia acá desplazadas por la violencia y la pobreza de sus países o sus lugares de origen. Entonces me encontré con mujeres, no solamente de diferentes estados de México, sino también de otros países de Latinoamérica. Hicimos este ejercicio de tratar de encontrar algunos versos, de tratar de ponerle nombre como a las situaciones en las cuales ellas vivieron de saber si la comida también era un espacio de comunidad para ellas y me encontré con resultados muy interesantes que no tenían nada que ver con lo que yo había pensado y te pondré un ejemplo. Hablamos de qué era lo que más les gustaba de estar en el albergue, por poner una cosa un poco más alejada de esta presión de querer entrar a Estados Unidos y toda esta travesía. Y bueno, la actividad que más disfrutaban era cocinar y en el cocinar las mujeres que eran mexicanas decían, sí, pero nosotros cocinamos a una hora y no nos comemos la comida de las hondureñas porque no nos gusta y las hondureñas no se comen la comida de las haitianas y así. Y entonces me pareció muy interesante que dijeran todo eso, porque por una parte disfrutaban de la comida como un espacio de resiliencia entre ellas y de un acercamiento muy genuino, pero contrastado con otras culturas y con otros saberes. Eran recelosas. Fue muy interesante verlo desde ese punto y también muy contrastante en mi pensamiento feminista, de decir, pero es que la cocina es un espacio de opresión, etcétera. Y entonces fue como, claro, o sea, tiene todo el sentido que las mujeres, estas mujeres encuentren en esta preparación de los alimentos que finalmente es una acción muy poética. Preparas alimentos que van a entrar en el cuerpo de tus seres queridos. Y entonces se volvió una cosa muy interesante, ver estos espacios domésticos como otra cosa que no fueran mi privilegio de una persona que está afinada a esta ideología feminista. Entonces fue una gran lección y entre otras cosas que surgieron, pero lo de la comida me parece muy importante porque también se relaciona con otra pieza que tengo que se llama “Mi casa, es punk” en donde hay una exploración en donde me cuestiono también mis prácticas como una mujer de 30 años en ese momento. Y que dice, pues tengo que lavar y tengo que cocinar, etcétera. ¿Entonces eso lo hace menos feminista? ¿Cómo lo resuelvo en mi día a día? ¿Cuáles son esas tareas que estoy apropiando? ¿Cuáles son las tareas que me están haciendo un obstáculo, como en mi propio quehacer? y también ¿cómo me reconcilio con las prácticas ancestrales de las mujeres de mi familia.
Y bueno, “Migrar oro en tierra invisible” se convierte en una publicación autoestima que pueden 50 números salieron volando en los que incluyó una crónica de todos estos momentos en los cuales estuve trabajando con las mujeres del albergue con muchísimo respeto y también la hacen seis poemas, guion que me ayudan a abstraer todo esto que te estoy contando. Y entonces digo, bueno, ¿cómo puedo hacer que eso se traduzca algo que todo mundo entienda? Y pienso, quizás la metáfora del oro, que es esa conceptualización, digamos, de valor universal contrastada con lo invisible, no, o sea, lo invisible que pueden ser las historias de estas mujeres migrantes. Y finalmente se traducen a estos seis poemas que tienen tinta dorada y tinta invisible, entre comillas, que es un experimento que se logró a partir de ese vigilancia, no de un blanco sobre blanco, y entonces la experiencia de ver las piezas es una cosa interesante, también porque no se ve todo lo que contiene el poema, a menos que te acerques lo suficiente y hagas una especie de movimiento con tu cuerpo y puedas descifrar qué es lo que viene en cada uno de los poemas. Y entonces para mí era muy importante que sucediera eso porque tenías que hacer un esfuerzo por acercarte a la pieza y descifrarlo, y ¿es no es similar a lo que pasa aquí en frontera? ¿No estamos llenos de cifras, que los albergues están muy, muy llenos, no? Y que ya llegó otra caravana, y que ya llegaron otros grupos de migrantes, etcétera. Y somos indolentes a todo esto hasta que nos acercamos hasta que vamos a esos espacios y vemos que son personas, que no son cifras y que están en una situación muy difícil.
APR: Qué fascinante, qué interesante el que te des acercado más con esas preguntas, porque sí, definitivamente, si están en el mismo ciclo, en el mismo circuito de tratar de cruzar, de tratar de llegar después de tanto tiempo de desesperanza, tanto tiempo de pesar, de repente llegar y ni se interesa por ellas pero con una pregunta que va de lado: “Ya estás acá, ¿qué te gusta estar acá?” No súper interesante la idea de la comida, pensé ahorita cuando estaba haciendo el doctorado, como son tantos años tan largos los doctorados en Estados Unidos, pues todos nos volvimos familia después de por lo menos en mi caso 6 años, había algunos que hicieron el doctorado en 10 y nos cocinábamos para los eventos para sobrevivir la época de los exámenes y demás. Y había mucho esa conversación acerca de si el platillo era de aquí, si era mejor, si el ajiaco se comía así o no se comía así, si la comida mexicana o la peruana era mejor o peor o distinta o lo que fuera, de lo más interesante. Y bueno, pues para quién están escuchando, ahorita estamos conversando con Marlon PV, y ya escuchan su voz, que además ella tiene un programa de radio, se puede escuchar en la manera como articula, en la manera como está hilando todas sus ideas. ¿Cuéntanos, cuéntanos de tu programa de radio, y qué has logrado a partir de ese medio tan interesante?
Marlon PV: El programa de radio es muy interesante porque me acercó una parte de investigación que no sabía qué quería y como casi todos los proyectos que vas pasando intuitivamente, no como por ciertas inquietudes y de repente ya estás ahí está el material y lo sacas. Y es muy bonito. Y bueno, este programa de radio nace también es por una invitación de una plataforma/espacio que es muy importante aquí en Tijuana, que se llama NettNett Radio, siempre se ha encargado de atraer a personas que experimentan con el sonido de otras partes del mundo. Entonces antes de la pandemia, yo iba a conciertos, iba a presentaciones un poco underground, pero pues muy fascinantes. O sea, veías cosas que no podías ver normalmente en la televisión. Entonces ese fue el acercamiento y la invitación inicialmente era para hacer un programa de música, pero Haydee Jiménez, quien está encargada de esta plataforma, me dijo, “Bueno, es que nos interesa más hablar de poesía” y dije, “qué fuerza interesante o afín a este tema, pues la poesía experimental”. Entonces hay cuatro capítulos ahí que pueden accesar en Soundcloud el programa de radio se llama “Be a Loud Poem” que se traduce algo así como “Sé, un poema ruidoso” y hablo un poco acerca de las vanguardias de la primera mitad del siglo XX. Hablo de discursos feministas, hablo del spoken Word, de sus orígenes y es una conversación, digamos, un tanto con las piezas también, pero tiene un hilo narrativo que se enfoca en dar datos relacionados con esos temas y escuchar piezas, escuchar las piezas que han conformado esos movimientos que han sido no solamente de Contracultura, sino también han sido políticos y bueno, es totalmente, libre, gratis, pueden escucharlo. Tuve ahí una audiencia por ahí que estuvo muy interesada. Lamentablemente ya no pude seguir por falta de tiempo, pero esos cuatro capítulos están ahí y los invito a que se den una vuelta por ese medio, porque van a encontrar cosas muy, muy interesantes. El último capítulo está dedicado a la poesía experimental chilena. Y es una maravilla. Hay tanto movimiento en Chile respecto a la poesía experimentada a la poesía Sonora. Hay sellos discográficos que se dedican específicamente a la poesía sonora y me parece una cosa maravillosa, así que les invito.
APR: Qué bonito, qué bien. Y sí, es cierto. Además, la experiencia del radio yo, que antes de hacer el podcast hace mucho tiempo y durante mucho tiempo, me invitaban a programas de radio es un medio interesante porque es una dinámica en donde te has metido en la cabina y tienen sus tiempos y su ritmo, pero a la vez estás muy flexible. Así que si yo también los invito a escuchar. Qué bueno que hayas tenido ese espacio y bueno, pues en algún momento a lo mejor podrás regresar.
Y bueno, Marlon, pues qué dicha, qué dicha cuando estuve estudiándote leyendo.
Marlon PV: Claro que sí.
APR: Entré a YouTube y me encontré esta mesa con Nadia López García, y Zel Cabrera, dos escritoras que queremos entrañablemente en este proyecto, que han sido de nuestras primeras cuando estábamos apenas haciendo pininos. Y bueno, yo me acuerdo cuando Nadia López ganó el Premio Nacional de la Juventud en México, que me enteré y después logramos la entrevista, la entrevistamos en Tijuana, ella estaba caminando en algún parque o en alguna cosa así. Y si ustedes van al episodio y escuchan a Nadia López García se van a dar cuenta de que está en un lugar público. Y ahí es en donde pudimos hacer la entrevista y bueno Zel Cabrera, que es como un motor enorme que mueve todos los edificios y todas las maquinarias Igual que Nadia está haciendo este bellísimo proyecto “Novísimas” en Los libros del perro y ahí estás tú. Me encanta que están hablando y están precisamente comentando y leyendo lo que hicieron en su colaboración. ¿Cómo es que te mantienes conectada con otras escritoras del país y de otros países? Y cómo llegas precisamente a ese trabajo tan lindo de.
Marlon PV: Ay, qué linda introducción para decir que nada es casualidad. La verdad es que es muy interesante cómo se van hilando las conexiones, estos hilos invisibles que nos conectan a las mujeres y que tienen que ver justamente con las temáticas que nos atraviesan. A Zel la admiro muchísimo y sigo su trabajo de cerca y me parece muy admirada y bueno con ella específicamente la relación nació, porque yo la leí y conectamos por ahí en redes y bueno, ella es muy atinada con su percepción de agrupar a las mujeres, y darles visibilidad y honrarlas y honrarlas también a través de la poesía. Entonces, en este ejercicio de congregar, me sumé, primero como invitada al primer festival primavera bonita, que hace cada año en marzo y en donde convoca, congrega a mujeres de todas partes del mundo, no en la virtualidad y también presencial en la Ciudad de México. Entonces ahí nace y después lanza la convocatoria de Novísimas segunda edición y envío mi trabajo y fui seleccionada también entonces este año también estuve en la mesa y estuvimos compartiendo textos también. Entonces fue muy, muy bonito estar con ellas y conocer también a otros poetas que también están en eso. Las antologías, son súper importantes para atraer a discusión a gente, a mujeres que están haciendo literatura y poesía actualmente y se abre también el diálogo a todas estas temáticas que te menciono, que nos atraviesan, que nos conectan y parte de ellas son la violencia de género parte de ellas son los espacios domésticos. Muchísimas cosas que ahorita se me escapan, pero que tienen que ver justamente con estas formas discursivas de atravesar también la literatura.
APR: Precioso, qué bonito. Me encanta que hacen esas comunidades de verdad que sí y de alguna manera de eso sale a otra cosa y a otra cosa, y ustedes van sumando a otras voces. Qué maravilla. Bueno, pues se nos está acabando el tiempo y tengo 2 preguntas en una. ¿En qué estás trabajando ahora? Y agrega lo que quieras para cerrar esa conversación, que la verdad, he disfrutado muchísimo, mucho.
Marlon PV: Muchas gracias, Adriana, yo también. Bueno, ahora estoy trabajando en varias cosas a la vez. Como siempre, una quiere hacer todo, pero bueno, estoy trabajando ahora ha a partir de una invitación de un poeta que se llama Martín entra, vamos a tener una exhibición pronto en un mes y bueno, ahí van a tener noticias de ellos. Todavía no puedo dar muchos detalles de esto, pero va a tener que ver justamente con una exploración y una dinámica fronteriza, entonces con artistas de San Diego voy a estar también trabajando en este concepto de las fronteridades, identidades que tanto nos atraviesa también en esta región. Y continuando con esto también hay una pieza ahí pendiente que tiene que ver con el cruce fronterizo, específicamente con el cruce fronterizo peatonal. Entonces también por ahí van a haber cosas visuales y espero también publicar algo porque entre piezas que se van conceptualizando y poemas que van surgiendo invitaciones a espacios para dialogar, pues hay poco margen para planear, pero bueno, también son buenos los silencios y hay que darlos, así que también estaremos trabajando pronto en eso.
APR: Claro, Claro, magnífico, pues muchísimas gracias. Marlon de nuevo y bueno, ha sido un verdadero placer. Pronto nos vemos en San Diego. Y ustedes, pues ya van a escucharnos después de que haya pasado esa fiesta tan linda, tan linda, que se está organizando gracias al Consulado de México en San Diego, gracias a Ilana Luna, que ha sido una gran aliada, y Amanda Peterson en espacios preciosos como la Coronado Library como Libélula Books&Company. Y bueno, además, tú llevas a tus colegas poetas, así que va a ser un encuentro bellísimo.
Marlon PV: Sí, estoy muy emocionada, la verdad, y también muy agradecida con el Consulado de México en San Diego por invitarnos. Ya estaremos conversando uno a uno por allá, compartiendo todo lo que nos atraviesa aquí en la frontera, pero también deseando compartir cosas del proceso creativo que, bueno, también es parte de nuestro ejercicio, como escritoras, como poetas, como artistas. Y finalizó agradeciendo nuevamente por el espacio, ahí nos estaremos viendo muy, muy pronto, muchas gracias.
APR: Al contrario, un abrazo.
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Sin lugar a dudas, todos quedamos entusiasmados, motivados, animados al ver todo este trabajo de estas escritoras tan brillantes, tan fascinante, y tienen tantas propuestas tan buenas. Estoy muy agradecida con Marlon PV. Estoy muy agradecida con el Consulado por haber hecho esto posible, con Ilana Luna y Amanda Peterson. Y gracias a ustedes, por seguirnos y por apoyarnos. Yo soy Adriana Pacheco y nos estamos viendo en el próximo episodio, como siempre cada semana en hablemosescritoras.org hasta la próxima.