Estos diez cuentos de Itzel Guevara son diez variaciones de la vulnerabilidad envueltas en un tejido delicado y minucioso. Fondo y forma se complementan. La coraza que han creado estos diez personajes muestra su lado más sólido, para de pronto rasgarse ante alguna arista de la realidad y dejar expuesta la piel, el nervio, la vergüenza, la desnudez. De este modo, cada cuento da testimonio de una profunda grieta imperceptible para el universo hostil que rodea a los personajes, pero no para el lector, quien se ve impelido a mirar más allá de su propia coraza y descubrirse igualmente frágil, tremendamente indefenso ante la realidad. Domingo de summertime es un viaje a través del desasosiego, es vivir en ciudades lejanas, sentir el peso de la soledad y la distancia, es un constante vértigo al filo de la nada, y aunque algunos de sus personajes ceden ante la adversidad, también están los que se resignan, los que aceptan su tristeza como sacrificio y se lo ofrecen al amor.—Ave Barrera