¿Cómo digerir lo indigerible, nos preguntamos cuando lo que nos descompone se presenta en tu propia sangre, tu propio país, en tu propia tierra? Escrito en una segunda persona urgente y reflexiva a la vez -con ritmo y densidad formidables- ese “vos” nos envuelve desde las primeras páginas. Lila Zemborain da un salto desde lo ominoso escondido y descubierto en su linaje, hacia otras barbaries, y renueva la pregunta por nuestra más o menos distraída connivencia. María Mascheroni
Culpa y vergüenza, rostro bifronte de un linaje no sólo escondido, también ominoso. La imagen del mal—frívola, banal—se vuelve punctum, movimiento radial, pesquisa sobre la verdad y el origen, una poética de la confesión. Diario, ensayo, narración, avatares precisos que definen la condición mestiza, plebeya, de su escritura. Sandro Barrella
¿Desde qué perspectiva destacar este Álbum? ¿Desde la perspectiva ética? ¿La perspectiva de la honestidad? ¿Desde una poética del shock? ¿Desde su belleza escritural? He sido testigo del lento y razonado crecimiento de este proyecto tripartita. La abuela es el remolino, lo de afuera es la vida que nos hace girar en torno, nos guste o nos aterre. Una joya inusual, pulida por el tiempo interno. Myriam Moscona