Mucho se ha dicho sobre que el libro Mugre rosa (Random House, 2020) de la escritora Fernanda Trías se adelantó a los tiempos que hemos vivido por el COVID-19. Decir esto podría ser cierto, pero es a la vez una manera parcial y reduccionista de ver un complejo texto que aborda muchos temas más que los efectos de un encierro forzado debido a un virus. Se trata de la historia de una madre y su hijo que deben permanecer encerrados a riesgo de ser arrasados por vientos contaminados, producidos por una hecatombe climática. Es la “mugre rosa” —producto hecho de desechos para producción de embutidos y otros productos— el elemento que facilita el simbolismo y la metáfora de la cultura del fast food, del consumo desmedido, y del capitalismo rapaz, en una historia ubicada en un mundo distópico, lleno de imágenes de horror apocalípticas que nos hacen pensar en la literatura de la plaga y de la imposibilidad del ser humano a domar la naturaleza. El locus del encierro nos recuerda que este es un tema que se ha presentado en otras obras de esta escritora de lo “insólito y lo inusual”, como en el caso de La azotea (Casa editorial Hum, 2001) que ha merecido muchas reediciones. Sin lugar a dudas la crisis del esterior muestra también, en este excelente ejemplo de la literatura contemporánea, las distintas formas microviolencias que se dan dentro de las cuatro paredes del hogar. Los invitamos a leer.