Qué distinto es el verano cuando eres niño, cuando las horas, los días y las semanas parecen más largos y hay una sensación de que nunca acabarán. Cuando adulto, el verano inicia con la perspectiva de que será un buen periodo de descanso, de sacar trabajo pendiente y de que se lograrán muchas cosas, pero siempre al final de cuentas la expectativa de las horas extras es un espejismo que se disuelve en el calor del estío, las visitas familiares, la presencia de los niños a lo largo del día, o el ir y venir de un lado a otro en viajes y paseos. En el hemisferio norte entre julio y agosto el ritmo de la vida cambia, parece desorientado, los días son más largos y calurosos, las calles se aquietan del tráfico mañanero o vespertino, los mails que envías responden con mensajes automáticos, las redes se plagan de fotografías de gente sonriendo en ciudades exóticas, contándonos de sus paseos y viajes, las editoriales y las universidades cierran y muchas de las conversaciones entran en una especie de limbo y despertarán cuando los meses de solsticio terminen.
Pero en el mundo del libro en el verano muchas cosas suceden, es el tiempo de Ferias de libros, de presentaciones, de talleres y de anuncios de premios recibidos. Algunas noticias irrumpen el letargo y nos recuerdan que no todo se frena, que la vida sigue y que hay muchas incansables plumas y mentes que siguen haciendo al mundo. Así fue la noticia que nos despertó a muchos en los últimos días de julio con la fotografía sonriente y el largo cabello cano de Cristina Rivera Garza que anunciaba su ingreso al Colegio Nacional de México, convirtiéndose con ello —en los 80 años de existencia de la institución— en la primera escritora en llegar ahí. El reconocimiento, por más merecido, le da a Rivera Garza el título de Maestra Emérita de México.
En su discurso de aceptación titulado "Escribir con el presente: archivos, fronteras, cuerpos", regresa a un tema en el que ha insistido: la importancia de reconocer las huellas de los que nos han precedidos y aceptar que no se puede hablar de presente y mucho menos de futuro sin antes recordar de dónde venimos. “Desentrañar esa pertenencia, lanzarle interrogantes a esa pertenencia, es la misión de la escritora en tanto ser con cuerpo”. Aprovecha la ocasión con la la gran generosidad que siempre la ha caracterizado, para nombrar a escritoras a las que les debe. Empieza con un parteaguas, Gloria Anzaldúa, para seguir con Rosario Castellanos, Elena Garro, Inés Arredondo, Amparo Dávila, Elana Poniatowska, Margo Glantz. Nombra a muchas de sus contemporáneas que hoy la acompañan como la invaluable escritora, crítica y pensadora de nuestra actualidad, Rosa Beltrán. De Gloria Anzaldúa dice, que ella escribe el libro que transformó la manera en la que concebíamos la frontera entre México y los Estados Unidos: Borderlands / La frontera: The New Mestiza. Cristina siempre está regresándonos la mirada a lo fronterizo, al borde, al cuerpo, al archivo, a la memoria y a reconocer a nuestras madres y abuelas, a quienes nos antecedieron.
Su discurso me emociona viendo que en el programa de agosto en Hablemos, escritoras ha reunido a escritoras que, en una muestra de gran valentía, nos han ayudado a repensar las fronteras que tenemos que librar a cada momento como mujeres y como creadoras, ver a nuestros países como cuerpos dolientes de una violencia añeja y perpetúa, reconstruir las historias de sus habitantes desde dentro o desde la diáspora, para no olvidar. En este mes por iniciar dos escritoras de Puerto Rico que nos acompañan para refrendar esto, Yolanda Arroyo y Anjanette Delgado, y una escritora cartagenense, Teresita Goyeneche. Ellas, como podrán escuchar en nuestras conversaciones, son ejemplo vívido de lo que Rivera Garza llamó en su discurso “escrituras colindantes”.
Pero antes de llegar a ellas, rendiremos tributo a una de nuestras madres en la literatura. Y me da muchísimo gusto por fin tener una bellísima cápsula "Hablemos de..." sobre una escritora que ha sido para muchas de nosotros inspiración, la cuentista, Inés Arredondo. Nuestra colaboradora, Isabel Ibáñez, quien por cierto acaba de publicar su primera novela, Los ojos de mi padre con la editorial Suburbano, escribe y narra de manera bellísima la vida, trayectoria e importancia de la escritora de Sinaloa ganadora del Premio Xavier Villaurrutia.
Yolanda Arroyo llegó al imaginario de Hablemos, escritoras en nuestra visita a Nueva York en el contexto de la maravillosa Feria del libro, FILNYC, cuando se presentó la traducción de su libro Las negras con la traducción de Alejandro Álvarez Nieves. Yolanda es novelista, cuentista y ensayista afrofeminista —como ella misma se llama— que ha buscado, a través de una extensa investigación, reconstruir las voces de las mujeres en los procesos colonialistas que llegan hasta hoy. Es directora cátedra de Mujeres negras ancestrales & Afro Queer Studies Project. Quedamos en deuda con Eunice Rodríguez por haber hecho posible esta conversación.
El nombre de Anjanette Delgado siempre ha estado cerca de todo lo que informa a nuestro proyecto cuando se habla de la escena literaria en español en los Estados Unidos. Desde su prólogo al bellísimo libro de María Minguez, Nombrar el cuerpo, hasta en sus publicaciones en revistas como The New York Times, The Boston Review ya esta era una entrevisa largamente esperada. Nacida también en Puerto Rico pero largamente asentada en Miami, Anjanette ha publicado entre otros: La píldora del mal amor y La clarividente de la Calle Ocho. Escucharla hablar sobre su historia, su familia, su lugar en el mundo como migrante y la forma cómo encontró su voz como escritora será para muchos de los que nos siguen totalmente conmovedor.
Teresita Goycochea nos lleva a otra orilla: su querida Cartagena de Indias imaginado en un cuerpo de mujer. Este lugar, por muchos visto como un paraíso para vacacionar, entraña en la mirada de Teresita muchas de las cosas que no queremos ver en este mundo en donde la violencia y la corrupción pasa por encima de las vidas de todos. Ella llega a nosotros para enriquecer nuestra enciclopedia de escritoras colombianas, gracias a la recomendación de la editora de Himpar, Ana Cecilia Calles. Su libro La personalidad de los pelícanos nos muestra una historia auténtica y verídica sobre su lugar de origen en la complejidad que es escribir al país cuando se le ve de lejos.
Y regresando a Colombia, estamos encantados con la llegada a Shop Escritoras de una nueva editorial: Sílaba. Y para empezar a conocer más su catálogo y colecciones hemos invitado en este mes a su fundadora, la escritora y editora Lucía Donadío. Su recorrido por las razones de haber fundado esta editorial, da cuenta de una de las características más importantes de los editores independientes: la tenacidad a prueba de todo.
En agosto regresamos con nuestra cápsula “3 Minutos”, a una escritora que ha escrito desde la poesía sobre y desde la orilla. Ella es Judith Santopietro. Lo hacemos gracias a la llegada de Ilana Luna a nuestro proyecto y con ella la maravillosa traducción de Tiawanaku. Poemas de la madre Coqa. Con su lectura bilingue y a dos voces, celebramos que después de una larga espera el libro llega a nuestra tienda, para el deleite de todos los que gustan de la buena poesía y su traducción. Les va a emocionar esta lectura.
Cerraremos el mes con una cápsula sobre un gran evento: FILUNI, V Feria Internacional del Libro de las Universitarias y los Universitarios. Esta es una de las ferias más importantes en el continente en cuanto a las organizadas por universidades públicas y con el agregado que este año la universidad invitada es mi querida Alma Mater, la Universidad de Texas Austin. Desde nuestra calurosa ciudad tejana y hasta la CDMX viajara una gran delegación de más de 140 Longhorns para participar en esta semana de eventos. Hablemos, escritoras estará ahí presente entrevistando y participando en cuatro paneles en donde compartirá con escritoras, traductoras y editoras como: Sandra Lorenzano, Gisela Kozak, Rosa Beltran, Mónica Lavín, Aura García-Junco, Dorothy P. Snyder, Rose Mary Salum, Tanya Huntington.
Nuestro programa de agosto está ubicado en ese presente del que habla Cristina Rivera Garza, en la actualidad que debe mirarse con los ojos abiertos hacia el pasado, desde el cuerpo y la frontera. Anoten ya su cita mensual con Hablemos, escritoras y con el talento de estas maravillosas voces.
Buen provecho.